El mercado de renta fija superará este año el billón de pesetas
Las emisiones de renta fija han alcanzado el año pasado 797.772 millones de pesetas y superarán durante el presente, por primera vez, el billón de pesetas, según datos y estimaciones oficiales. La pujanza de este mercado, cuyo volumen absoluto se triplicará así en cuatro años, ha ido acompañada durante el período de cierto crecimiento en los tipos de interés, sobre todo en los dos últimos ejercicios. Para 1983, sin embargo, las previsiones son de flexión a la baja o, en el peor de los casos, de mantenimiento. Dos de los principales grupos de emisores, eléctricas y corporaciones locales, acaban de comunicar a la Administración que mantendrán sus tipos: 14,25% y 13,5%.
Aunque los factores que más inciden en el volumen de emisiones y su precio no han sido todavía despejados por el Gobierno, medios solventes de la Administración y del sector financiero se muestran convencidos de que proseguirá en 1983 el crecimiento del mercado de renta fija, situado desde 1979 entre un máximo del 38% y un mínimo del 20%. Como elemento de empuje creen previsible que se mantenga la preferencia general por inversiones con rentabilidad asegurada. Por el contrario, opinan que puede influir en contra la nueva política de desgravaciones y control fiscal.Aun así, las variables fundamentales que siguen sin despejarse son la política de coeficientes de inversión obligatoria para las cajas de ahorro que adopte el Gobierno, la política monetaria, y el comportamiento del mercado hipotecario a partir de los proyectos de control fiscal. La incidencia del primer elemento queda en el hecho de que una tercera parte de las emisiones son colocadas en los coeficientes de las cajas.
Si bien la paulatina reducción de coeficientes de inversión obligatoria se ha notado mucho (en 1982 sólo computaron a estos efectos 259.329 de los citados 797.772 millones, frente a casi la mitad del total en años anteriores), es previsible que los cambios proyectados no hagan descender más el volumen total, e incluso lo empuje fuertemente al alza. Al parecer, consistirán más en una reordenación de los sectores incluidos en dicho privilegio (menores tipos de interés y plazos mayores) que en su incremento. De todas formas, se ha estimado que para las eléctricas habrá al menos disponibles unos 190.000 millones de pesetas, frente a los 140.000 millones del presente ejercicio.
En cuanto a la política monetaria, al determinar el volumen decrédito disponible por el conjunto del sistema, hará crecer más o menos la base de los coeficientes -los recursos captados por las entidades financieras- y también las posibilidades del público. En ello incidirá, igualmente la dimensión que adquiera el mercado hipotecario, pues las emisiones de cédulas hipotecarias no se computan como nuevos recursos y, por tanto, disminuyen la base sobre la que se calculan los coeficientes.
La impresión de los medios consultados es que el mercado hipotecario, puesto en marcha en junio pasado y que en medio año llegó casi a los 100.000 millones de pesetas, tendrá nuevas emisiones durante 1983 por un valor próximo a los 200.000 millones de pesetas. Su mayor o menor dimensión, sin embargo, dependerá de si se implantan o no controles fiscales en sus títulos al portador, pues existe el convencimiento de que actualmente se nutre en buena parte de dinero negro u oculto; es decir, que trata de escapar del fisco mediante su carácter.
Al margen de los títulos hipotecarios, que tienden a acaparar una cuarta parte del mercado de renta fija, también se espera durante el presente año un notable incremento de las emisiones a cargo de corporaciones locales y del sector eléctrico. El primero ya ha sido constatado por las solicitudes de emisiones presentadas, y resulta lógico ante la puesta en marcha de las autonomías financieras, hasta ahora limitadas a Cataluña, País Vasco y, muy recientemente, Andalucía. El sector eléctrico está a punto de presentar las suyas, pero ya se ha podido saber que quiere un neto de 145.219 millones de pesetas en empréstitos-obligaciones (209.200 en nuevas emisiones, de ellas 63.980 para devoluciones).
Otro grupo de emisores, las corporaciones locales (apenas absorben ahora el 10% del mercado de renta fija), pueden requerir importantes recursos si no se aprueban para ellas nuevos presupuestos de liquidación de deudas. Del resto, el mayor incremento, desconocido de momento, procederá de la deuda pública, que ya ha crecido el pasado año de 100.000 a 161.607 millones de pesetas. Para los bonos bancarios y empresas públicas se espera un crecimiento moderado.
Tipos de interés
Con todo, la expectación prioritaria radica en los tipos de interés. que han crecido últimanente casi a un ritmo anual de un punto. En 1981, para el grueso de las emisiones se desplazó desde cotas nominales del 12,5% al 13,5% a otras situadas entre el 12,5% y el 14,5% (las efectivas pasaron del 14%16% al 14%-17%), a pesar de que una parte de la deuda pública lo redujo del 12,75% al 12,50% a finales de año). El fenómeno se repitió en 1982, especialmente en el tercer trimestre, al salir la deuda pública a 2 años y al 16% de interés sin desgravación fiscal, que tuvo excelente acogida.Ahora, a la espera de si el pacto entre caballeros alcanzado entre los grandes bancos para bajar la remuneración de los depósitos de clientes alcanza su objetivo al trasladarse a la deuda pública y otros activos, la impresión de medios financieros y de la Administración es que los tipos de interés ponderados durante 1983 para todo el mercado de renta fija flexionarán a la baja o, si no ocurre así, al menos se mantendrán.
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