Muchas pruebas invalidan la acusación contra María Monteverde en Guatemala
El testimonio acusador de los indígenas que aseguran identificar a la española María Monteverde Ascanio y el norteamericano Michael Glenn Ernest como presuntos asesinos del administrador de una finca "no está nada claro", aseguró ayer Conrado Alonso, abogado defensor de la española detenida, sobrina del general Ramón de Ascanio y Togores.Los indígenas trabajaban en la finca donde fue asesinado el administrador, hecho por el que pueden ser juzgados los dos jóvenes.
Alonso señaló que la acusación contra María Monteverde "se debilita notablemente" ante las pruebas de que el joven norteamericano estaba ausente del país en la fecha del asesinato. Según Alonso y Fernando Linares (abogado de Ernest), los indígenas dijeron reconocer a los acusados a pesar de que el norteamericano estaba en Panamá, "como ha sido demostrado por abundantes pruebas".
Familiares de otras seis personas acusadas por los tribunales de fuero especial aseguraron ayer que están condenados a muerte, pero el Gobierno de Guatemala no desmintió ni confirmó tales testimonios.
Las afirmaciones de los familiares fueron realizadas a las puertas del edificio del segundo cuerpo de Policía Nacional, donde esperan día tras día, sin conseguirlo, reunirse con los detenidos.
Según los familiares, los seis detenidos están acusados de haber perpetrado actos terroristas, aunque han precisado que no tienen más información sobre los cargos que se les imputan. De esta manera, con los nuevos acusados, se eleva en total a diez el número de personas que han sido condenadas a muerte.
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