Los independentistas corsos cambian de táctica y admiten la posibilidad de que la isla siga asociada con Francia

El Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC), movimiento independentista disuelto hace dos semanas por el Gobierno francés, ha declarado en una conferencia de Prensa clandestina, celebrada en la madrugada del viernes, que "no desea la independencia de Córcega contra Francia, sino con Francia". Es decir, manteniendo ciertos lazos de asociación con Francia. Hasta ahora, el FLNC reivindicaba la independencia pura y simple de la isla. No obstante, el grupo nacionalista reiteró que continuará la lucha armada y que reanudará sus atentados en el continente.

El FLNC, después de formular por primera vez una nueva variante de su objetivo último (independencia de la isla), advirtió que los principios que han fundado siempre su lucha se mantienen intactos: reconocimiento de los derechos nacionales de la Isla de Belleza, retirada de "las fuerzas de ocupación francesas y de la Legión Extranjera", prioridad a la lengua y a la cultura corsas -concretamente, piden que se estudie el corso desde la enseñanza preescolar a la universitaria- y creación de una economía específicamente corsa.La matización que acaban de hacer los independentistas corsos relativa a su, deseo de una "independencia con Francia" es un gesto que conviene situar en las vísperas de las elecciones municipales en las que se produce. Los llamados Comités Corsos Nacionalistas, brazo político del FLNC, han anunciado que se presentarán a esos comicios de los próximos días 6 y 13 de marzo.

Disolución de la Asamblea

Será la primera vez que el FLNC vaya cuantificar su representatividad en unas elecciones democráticas. En las que se celebraron el pasado mes de agosto para elegir la Asamblea regional que debe elaborar el estatuto particular que ha concedido a la isla el Gobierno central de París, el FNLC preconizó la abstención y, prácticamente, no fue seguido.

Ahora, en la misma conferencia de Prensa, el movimiento separatista pide por primera vez que se disuelva la referida Asamblea regional. A su entender, la actual Asamblea continúa dominada por los clanes políticos que han controlado la isla desde hace dos siglos.

En opinión del FLNC, el Gobierno central debe organizar nuevas elecciones para elegir otra Asamblea. Los independentistas no tienen muchas posibilidades de que se les escuche, aunque no son sólo ellos quienes manifiestan su disconformidad con la Asamblea salida de los comicios celebrados en agosto. El líder autonomista Edmond Simeoili, que consiguió el 10% de los votos en aquellas elecciones, declaró días pasados que la degradación de la situación en la isla se debía, "en su mayor parte, a que la Asamblea no funciona".

Este es un hecho generalmente admitido en Córcega. Al cabo de seis meses, las competencias y los medios de los que gozará dicho organismo aún no se conocen con precisión. En materia de medios económicos, el Gobierno tomó algunas medidas en las últimas semanas, tras la ola de atentados del FLNC.

Tanto por las dificultades que encuentra la Asamblea regional como por la actitud que puedan adoptar los independentistas tras la instalación del "dispositivo de represión", en palabras del FLNC ordenado por París a principios de este año, con el superpolicía André Broussard al frente -los portavoces del frente nacionalista acusaron al Gobierno de pretender eliminar fisicamente a sus dirigentes mediante la contratación de asesinos a sueldo-, Córcega se encuentra en una peligrosa situación de tensa espera.