Los subalternos defienden sus intereses ante el inminente comienzo de la temporada
Los subalternos del toreo -picadores y banderilleros- se encuentran en crisis por los graves problemas que afectan a su sector, y para estudiarlos se reúnen hoy en asamblea en Madrid. Pretenden defender sus intereses hasta el límite de lo posible, ante el inminente comienzo de la temporada taurina, que ya tiene su prólogo mañana, con la inauguración de las primarias de Valdemorillo.
La situación límite ha sido producida, al parecer, por el propósito de los matadores, cuyo líder es actualmente el Niño de la Capea, de no llevar cuadrillas fijas, como era tradicional y aun obligado en los espadas de determinadas categorías, y proceder a la libre contratación en cada una de las actuaciones.El Niño de la Capea, con independencia del profundo bache artístico que atraviesa (o acaso precisamente por eso), negocia con firmeza en apoyo de los matadores españoles, a quienes representa, y da la sensación de que está decidido a reducirles gastos, aun a costa de la seguridad laboral de las cuadrillas, e incluso a liberarles de la posible competencia que pudieran hacerles los toreros mexicanos. En recientes decla raciones hechas en México, el Niño de la Capea ha dicho que "a los españoles no les interesa cobrar en pesos y será necesario buscar una solución, pues no estamos dispuestos a que los mexicanos vengan a llevar se el dinero de las plazas españolas en tanto que nosotros no podemos ir a los cosos mexi canos".
El comentario puede equivaler a una denuncia del convenio taurino hispano-mexicano -grave decisión en tiempo de escasez de figuras-, el cual, según todos los indicios, a quienes favorece en lo que a contratación se refiere es, precisa mente, a los espadas españoles, pues, mientras en México torean durante la temporada 1982-1983, por ejemplo, Antoñete, Curro Vázquez, Espartaco, Tomás Campuzano, Yiyo Maribel Atienza, Juan Pedro Galán, Joaquín Bernadó, etcétera, aparte de las cuadrillas cómicas, en España la única figura mexicana que ha sumado contratos durante 1982 ha sido Jorge Gutiérrez.
Una vez más, los represen tantes profesionales y sindicales de los matadores se vuelcan en defender los concretos intereses de un grupo, que, por añadidura, es el más favorecido, mientras graves problemas que aquejan a la mayoría del escalafón ni siquiera los contemplan. Entre otros, el paro, la dificultad en cobrar las pocas corridas que contratan , la nula garantía del ganado con que les enfrentan, en tanto que los grandes empresarios reparten para las contadas figuras de sus exclusivas todas las ferias y todas las fechas.
Fin de semana de reuniones
Este fin de semana es de importantes reuniones. Tarde, como siempre en el mundo del toro, pues la temporada ya va a empezar y no habrá tiempo para encontrar soluciones y aplicarlas. Por una parte, la Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros celebra junta general para tratar el problema del cierre del Sanatorio de Toreros. Por otra, hoy se reúnen en la Escuela de Tauromaquia de Madrid los representantes de todas las escuelas taurinas, con el fin de crear una federación y estudiar un amplio programa de organización de festejos en el que participarán los alumnos.El problema más grave, sin embargo, lo tienen los subalternos, quizá porque ellos mismos han degradado su función, al aceptar en la lidia una tarea en cierto modo cómoda y, desde luego, oscura e irrelevante, que les resta importancia ante los aficionados. Sus justas reivindicaciones frente a los matadores, que eluden responsabilidades de contratación, tendrían un importante apoyo popular si hubieran sido consecuentes con la dignidad de su profesión. Durante años, y a salvo excepciones, han renunciado a la torería y ahora se les contempla sólo como asalariados.
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