Dos implicados en el robo de Marbella huyeron en coches de alquiler hacia Pamplona
Dos de los presuntos autores del robo al Banco de Andalucía en Marbella -uno de ellos ya detenido, Fabio Massimo Zito, y el otro, el cerebro de esta espectacular operación, un italo-yugoslavo, de unos 45 años, rubio, con barba y que hasta el momento no ha podido ser capturado- viajaron desde la población andaluza hasta Pamplona en sendos vehículos alquilados.
Una vez en la capital navarra, estas dos personas, según informó en su edición de ayer el periódico Navarra hoy, se separaron, tomando Fabio Massimo un taxi que le llevó hasta Hendaya (Francia), para desde allí ir en tren hasta Marsella, mientras que el segundo de ellos viajó en avión desde Noaín a Barcelona, donde enlazó con un vuelo vía Roma.Fabio Massimo pasó, durante su estancia en Pamplona, un mal rato, según dijeron en la agencia en la que tenía que devolver el coche alquilado, cuando, al ir a dejar el vehículo, se encontró con que no tenía el dinero suficiente para abonar la factura que suponía la utilización del mismo, y que ascendía a unas 64.000 pesetas. El encargado de la agencia no llegó a llamar a la policía al mostrarle el ladrón italiano un carné de carabinieri de Roma, con su fotografía, una placa en relieve, el pasaporte (también con foto de uniforme), así como diversos documentos más. Tras tomarle todos los datos, Fabio Massimo pudo marcharse a Hendaya.
Una vez que los asaltantes al Banco de Andalucía hubieron cometido el atraco, éstos se dividieron, según todos los indicios, en varios grupos. Uno de ellos era el formado por Fabio Massimo y su acompañante, un hombre de unos 45 años, que cojeaba ligeramente y que hablaba muy mal el castellano. Estas dos personas alquilaron un Seat 131 familiar en el aeropuerto de Málaga, a la vez que entregaron 30.000 pesetas, ya que, en un principio, sólo pensaban viajar así hasta Madrid. No obstante, durante el trayecto cambiaron de idea y, una vez en el aeropuerto de Barajas, sustituyeron el primer automóvil por un Talbot Solara en la misma agencia.
Cinco días después
Cuando habían pasado cinco días desde que se cometió el atraco a esta entidad bancaria, las dos personas acudieron, a primeras horas de la mañana, a la sucursal que la agencia de alquiler de vehículos tiene en el centro de Pamplona y donde el que, al parecer, era el cerebro de la operación comunicó que su compañero devolvería el coche por la tarde, como así sucedió.Fabio Massimo, que hablaba un buen castellano, llevó el vehículo a la agencia, y ante su sorpresa, el encargado de esta entidad le comunicó que quedaba por hacer la liquidación final, que ascendía a 64.000 pesetas, cantidad esta última a la que había que descontar 30.000 pesetas pagadas inicialmente en Málaga, por lo que había que abonar 34.000 pesetas. Fabio Massimo, según el empleado que le atendió, se puso muy nervioso, ya que sólo llevaba encima 25.000 pesetas, por lo que decidió mostrarle a esta persona toda la documentación que llevaba consigo y en la cual figuraba su dirección en Roma.
