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La comisión gestora del Ateneo de Madrid busca soluciones a la nueva situación

Establecerá contactos con Cultura y la junta de gobierno de la institución

"Nuestra actitud razonable es cumplir lo que la asamblea soberana ha decidido al nombrar una comisión gestora para iniciar un nuevo proceso electoral para solucionar todos los problemas del Ateneo de Madrid, declaró ayer Eugenio Sabaté, miembro de la comisión gestora, elegida el miércoles tras abandonar la junta de gobierno la junta ordinaria de socios. La actual directiva no se pronunció ayer, mientras que el Ministerio de Cultura resaltó el aspecto jurídico de esta institución cultural.

El Ateneo de Madrid tiene desde el miércoles una junta de gobierno, elegida hace un año, presidida por Fernando Chueca Goitia, y una comisión gestora, que tiene como objetivo solucionar los problemas jurídicos, políticos y económicos, nombrada cuando la dirección abandonó la junta ordinaria de socios, cuyo orden del día era conocer la memoria del ejercicio de 1982, el balance de cuentas del año y presupuestos de gastos para 1983, a causa de la contestación del sector crítico al insistir en la dimisión de la actual directiva. La postura de los críticos frente a los oficialistas se mantiene desde la elección de la actual junta de gobierno, al entender que se quieren modificar el espíritu y el reglamento de 1932.La comisión gestora, elegida por 258 votos, que está formada por Julio Luengo, Eugenio Sabaté, Rodolfo Vázquez, Eloy Terrón, Amadeo Aláez, Santiago Garma y Marcelo Mateos, ha convocado una reunión para el próximo martes para establecer contacto con los socios y ratificar su elección.

Según informó ayer Eugenio Sabaté, las próximas actuaciones de la comisión gestora, "de acuerdo con la decisión de la asamblea soberana", serán establecer contacto con la Administración- están pendientes de confirmación de una entrevista con el ministro de Cultura, Javier Solana- y hablar "de una manera civilizada" con la junta de gobierno "para el traspaso de poderes".

"Frente en otras ocasiones que no se han atendido nuestras posturas", dice Eugenio Sabaté, "las expectativas con la Administración son buenas. Respecto a la junta de gobierno, nuestro interés no es descalificar a las personas sino que la voluntad de los socios no quede secuestrada. Se ha intentado politizar el conflicto. En el Ateneo no se está a título de ideología sino como personas y una manera de pensar. Soy fundamentalmente optimista para poder aclarar este asunto, con la buena fe de todas las partes".

Oficialmente, el Ministerio de Cultura no tiene mucho que decir, puesto que el Ateneo es una sociedad civil, aunque mantiene con este Departamento ciertas relaciones, que se concretan, sobre todo, en la subvención que recibe. Por otra parte, el ministro de Cultura, Javier Solana, ha pasado el tema a los servicios competentes para que realicen un estudio en profundidad de la situación. Solana mantuvo ayer un primer contacto con las partes implicadas, aunque no se han concretado los términos.

Un año polémico

Apenas un año después de la tumultuosa elección de Fernando Chueca Goitia como primer presidente democrático del Ateneo madrileño después de la guerra civil, éste sigue siendo centro de fuertes polémicas y conflictos. En la elección de la junta directiva que tuvo lugar el 21 de enero del pasado año, y en la que finalmente sólo hubo una candidatura, la encabezada por el actual presidente, se registró un 77%. de abstención, pese a que en los últimos momentos se produjeron gran número de altas en la lista de socios. Este estado de cosas ha restado credibilidad democrática a la actual junta gestora, que en teoría debería continuar su gestión hasta enero de 1984.La falta de apoyo de una parte considerable de sus socios más cualificados y habituales se está haciendo cada vez más evidente: este sector acusa a los responsables del Ateneo de llevar a cabo un proceso manipulador que está conduciendo a la desaparición del mismo.

El cambio del reglamento interno propuesto por el equipo rector en julio pasado renovó la conflictividad en el seno del centro. Chueca Goitia mantenía la postura de que el reglamento de 1932, teóricamente vigente, no lo estaba en la realidad. Por el contrario, los socios opositores de la junta mantenían la postura de que tenía plena vigencia en sus aspectos fundamentales y no debería modificarse en lo esencial hasta que una junta extraordinaria aprobara uno nuevo.

Una de las cuestiones más contestadas fue la introducción del voto delegado, incluso para algo tan grave como para la eventual disolución del Ateneo. La junta general ordinaria celebrada el 20 de julio último rechazó por mayoría el proyecto de reglamento presentado por Chueca en un ambiente de gran tensión; éste hecho, y el compromiso del equipo rector de tramitar la renovación de los estatutos a partir del reglamento de 1932, mediante la elección de siete socios que se encargarían de redactar un nuevo anteproyecto, hizo pensar a muchos socios en la posibilidad de revitalizar el polémico centro.

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