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El Gobierno y el partido socialista esperan que el caso de 'La clave' se resuelva en el ámbito de Prado del Rey

La polémica desencadenada el pasado fin de semana por la suspensión del programa de Televisión Española La clave sobre ayuntamientos de izquierdas tiene muy preocupados a sectores del Gobierno y del Partido Socialista Obrero Español, que se han visto implicados y que esperan se resuelva ejemplar y dignamente en Prado del Rey. Diversas fuentes parlamentarias y del Gobierno desmintieron ayer, una vez más, que el Ejecutivo tuviera nada que ver con el asunto. Eduardo Sotillos, portavoz del Gobierno, señaló que la actitud del Gobierno ha sido siempre la de profundo respeto por el Estatuto de Radiotelevisión Española, respeto que excluye tajantemente cualquier injerencia en este medio profesional. El Consejo de Administración de RTVE acordó convocar urgentemente una sesión extraordinaria para hoy a la que tendrán que asistir José Luis Balbín y José María Calviño para explicar las razones de la suspensión del programa.

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Las fuentes parlamentarias creen saber que las presiones pudieron provenir del área de política municipal del partido o del Ayuntamiento de Madrid. Estas implicaciones en el supuesto veto han sido desmentidas rotundamente por los respectivos sectores afectados. José Luis Balbín, director de Informativos de TVE y responsable de La clave, reconoció ayer que había recibido quejas de amigos suyos socialistas sobre la composición del panel que debía intervenir en el debate objeto de controversia, pero que no fueron la causa de su suspensión.Entre miembros del Ejecutivo se espera que el conflicto se cierre de manera digna en Prado del Rey. En cualquier caso, en estos ambientes se estima que la salida que se dé ha de ser ejemplar. Aparentemente, hay indignación por la manera en que ha sido llevado el tema, que ha puesto en entredicho repetidamente el respeto a la independencia profesional del medio.

Alonso Puerta, ex concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid y militante expulsado del PSOE, insistió ayer en que fue vetado y que los orígenes de ese acto de censura a su persona provienen del grupo socialista de la corporación madrileña, entre los que cita a Joaquín Leguina, concejal y secretario general de la Federación Socialista Madrileña (FSM).

Joaquín Leguina y Juan Barranco, diputado y responsable de política municipal de la FSM, han desmentido que hayan intervenido en ningún momento cerca de directivos de TVE para solicitar la suspensión del debate de La clave. Los dos han indicado que no conocen ni a José María Calviño, director general de Radiotelevisión, ni a José Luis Balbín.

Leguina se sigue oponiendo a la composición del panel de invitados, aunque declara que él no hizo explícito ante nadie ese rechazo. Barranco dijo: "Desde luego, no he hecho ningún comentario sobre el programa a persona alguna de RTVE. Mi opinión es que quienes eligieron ese panel o son personas de una ineptitud inexplicable o han querido tender una trampa al ayuntamiento de Madrid. Yo rompería una lanza en favor de la libertad de expresión de los concejales socialistas de Madrid".

Balbín dijo en su conferencia de Prensa que no recibió presión alguna del Gobierno, y que conoció y aceptó en todo momento la composición del panel.

Asistieron a esta conferencia alrededor de cuarenta periodistas de Prensa y radio. TVE, se supone que sus Servicios Informativos, grabó casi íntegramente el acto, según dijo un trabajador. Hubo ayer presiones de directivos de TVE para que esa información apareciera en el Telediario de las nueve de la noche. Los trabajadores se opusieron, porque hasta, ayer TVE no había ofrecido información alguna sobre el caso y esta versión podía parecer parcial. Al final cesaron las presiones y no se emitió tal información sobre la conferencia de Prensa del director de Informativos de TVE.

José Luis Balbín hizo, en primer lugar, una amplia y prolija exposición de más de media hora. Reprochó a los periodistas presentes, en su conjunto, que estaban haciendo un trabajo propio de Sherlock Holmes, de investigadores policiales y que alguno incluso parecía un fiscal. Dejó por sentado que se estaba sometiendo voluntariamente a las preguntas que le formularían. Calificó los trabajos de los informadores, a propósito de la suspensión de su programa, de "voluntaristas" además de asegurar que contenían "datos falsos". Abundó en la idea de que él nada tenía que justificar. Descalificó incluso la línea informativa de algunos diarios en materias que nada tenían que ver con la televisión. Y se refirió, a todos en general, como artífices de una "campaña" contra él y contra el director general, aunque precisó que no le agradaba utilizar tal vocablo. Concluyó, al final de la conferencia con una dedicatoria a las empresas periodísticas allí representadas, sus periódicos, revistas, agencias y emisoras de radio: "por si a alguno le interesa, no va a ser para muy pronto la televisión privada". Fueron sus últimas palabras.

Confusión

La confusión en torno a la suspensión del debate subió de tono ayer tras la larga conferencia de Balbín si bien a la hora del cierre de esta edición el portavoz oficial de RTVE dijo que el director general tenía intención de dar el caso por cerrado. Es decir, que está satisfecho con las explicaciones que dio José Luis Bálbín. No quedó claro, sin embargo, por qué en el plazo de dos horas adoptó dos decisiones contradictorias: desconvocar La clave, a causa de una taquicardia y emprender un viaje a la República Federal de Alemania (RFA).

Tampoco explicó por qué nadie en RTVE, ni sus inmediatos superiores ni sus inmediatos subordinados, desconocían dicho viaje. Los directivos de RTVE, por el contrario, estuvieron convencidos durante todo este tíempo de que Balbín estaba enfermo.

Estas dos cuestiones parecen ser "la clave" para determinar si la versión de BaIbín y del director general es cierta o hubo veto a Alonso Puerta.

El director de La clave se escudé en su trayectoria democrática al frente del programa como garantía de que no son justificables ahora las acusaciones de que el programa ha sido suspendido a causa de un veto. Afirmó, con contundencia, que ni él, ni el di rector general, van a dimitir.

José Luis Balbín, sin embargo, apenas aportó información nueva a la publicada estos días por la Prensa. Dijo que cenó con el director general de RTVE, José María Calviño, en la víspera de la emisión del programa mientras sus compañeros de La clave lo hacían con los invitados al debate.

El director de La clave dijo que se despertó aquella noche con una taquicardia considerable, que se puede considerar grave en una persona que tiene, como él, una dolencia cardíaca y que sus síntomas eran desasosiego y dolor en el corazón. Contó que, ya en la mañana del viernes, trató de localizar a su cardiólogo, cuya identidad sólo revelará a la comisión parlamentaria de Control de RTVE o al Consejo de Administración del Ente Público. Dijo que tardó en encontrarle y que, a causa de su enfermedad, optó por aplazar el debate ante la eventualidad de que no pudiera moderarlo por la tarde. Fue entonces, hacia las once o las doce, cuando llamó a la dirección general para comunicar que se encontraba enfermo y que no podía asistir a la sesión habitual de los altos directivos, y a Enrique Vázquez, subdirector de los Informativos, para que trasladase a los miembros de La clave su decisión de aplazar el debate previsto y emitir, en su lugar, otro grabado previamente. Algunos de los invitados, casi todos estaban ya en Madrid, recibieron notificación del aplazamiento hacia las tres de la tarde.

Viaje anticipado

El enfermo localizó al médico a las 13.00 horas de la tarde, según dijo. El cardiólogo le recetó dos tipos de medicinas -Balbín mencionó las marcas de "unas pastillas"- que descansase y bebiese. El cardiólogo le dijo que el mal pasaría y le recomendó alejarse de Madrid. Esto último debió suceder, según Balbín, hacia las 14.00 o 14.30 de la tarde del viernes, es decir unas seis horas antes del comienzo de emisión de La clave.

Balbín decidió entonces anticipar un viaje en avión a la RFA que tenía previsto para el domingo, y partió para Barajas.

Horas después de que Balbín superase con éxito su taquicardia, la segunda cadena de TVE emitía un comunicado, antes de la salida al aire de La clave, prevista para las 20.15, hora en la que probablemente ya estaba su director en la RFA.

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