Denegada la autorización para una fábrica de elementos atómicos en Salamanca
La fábrica de elementos nucleares de óxido de uranio de Juzbado no ha recibido autorización provisional de funcionamiento, ya que no se determinaba el destino de efluentes líquidos. La denegación de la licencia por parte del Gobierno Civil de Salamanca se ha basado en informes del Ministerio de Sanidad que estimaron necesaria la previsión del destino de los efluentes antes de conceder cualquier autorización.
Sin embargo, la Empresa Nacional de Uranio (ENUSA) y el Ministerio de Industria y Energía estimaban que el cumplimiento de este requisito no debería interferir la autorización, ya que se resolvería oportunamente, al considerar que no será necesaria la evacuación antes de dos años.La fábrica de elementos nucleares de Juzbado -a veinticinco kilómetros de Salamanca- se encuentra en avanzada fase de instalación, aunque la exigencia de solución del vertido de efluentes retrasará hasta más de año y medio su puesta en marcha, que inicialmente estaba prevista para 1981.
Con una inversión inicial de 3.500 millones de pesetas y una capacidad anual de trescientas toneladas de uranio, esta fábrica tendrá que atender las necesidades españolas que prevé el plan nuclear español, ya que cubre todas las fases de suministro de combustible, con excepción de los tubos de aleación de circonio.
El combustible nuclear que se fabricará en Juzbado es el utilizado por los reactores nucleares de uranio enriquecido y agua ligera, a presión o en ebullición, que son los que funcionan en las centrales nucleares españolas, excepto el reactor de Vandellós. Esta fabricación consiste en un proceso químico convencional y posterior manipulación para el montaje de las piezas de los elementos del combustible. Según informó la Comisaría de Energía al conceder la autorización, "la manipulación del uranio ligeramente enriquecido no plantea ningún problema de seguridad".
A raíz de conocerse la negativa de licencia para la puesta en funcionamiento de la fábrica, los parlamentarios socialistas José Miguel Bueno y Miguel Angel Quintanilla han informado que en esas instalaciones se descarta totalmente la construcción de piscinas para el almacenamiento de residuos procedentes de centrales nucleares.
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