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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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La neoderecha

La neoderecha dineraria, que intenta siempre el asalto a Madrid desde la periferia (marqués de Salamanca, Franco, tantos), es la que formula ahora sus peores críticas contra el Gobierno socialista, que les ha ganado en su propio estadio de segunda. "Esto no funciona, esto va mal", dice la neoderecha, que con la ucedé había estado pallada cual abadesa de clausura. Hay una derecha clara y que da la cara: la de Fraga. Osorio desmiente en Interviú que Fraga tenga techo. "Fraga no tiene techo". O sea, que está a la intemperie. La calle es suya.Hay una izquierda o varias. La neoderecha ha empezado un juego de codos, como sí estuvieran haciendo ganchillo -todos tienen "complejo de viejecita", como diría mi irreparable Miguel Mihura-, para hacerse sitio entre Ap y Pesoe. Había un hombre llamado Adolfo Suárez, con magnetismo personal (que no tienen los escaseados líderes de la neoderecha), y eso era todo el centro. Asesinaron a César por los idus de marzo, que cayeron por septiembre o así, y la pregunta de la derecha digna, dialogante y responsable no la ha contestado nadie:

-¿También tú, Bruto, hijo mío?

Suena a Shakespeare. Es Shakespeare. Adolfo le ganaba elecciones a Felipe. La derecha casta o periférica que ha venido después no gana ni una batería de cocina en una tómbola. "Nos parece irresponsable boicotear la derecha del país", dice esta neoderecha que viene reptante a darle la cicuta a Fraga. Es una neoderecha que utiliza primero, como palanca, cualquier nacionalismo, para luego, traicionando a sus connacionales, montárselo en Madrid. (Ya lo hizo Lerroux desde la izquierda.) O sea que nos sabemos el invento, aquí en la villa.

Federando nacionalismos, reinventando el invento que nunca existió, el centro, como sea, la neoderecha quiere erigir su mediocridad desde el dintel de una nacionalidad. "Esta idea se plantea como un recipiente donde depositar el desgaste del Gobierno socialista". En principio, el desgaste no es una cosa que se deposite. Y no se puede ser parlamentario en Madrid ignorando el castellano. Luego, resulta que Felipe González se ha "desgastado" en tres semanas. Ya le están acercando recipientes para que "deposite su desgaste". ¿Y eso qué ' es? ¿Una escupidera? Para la neoderecha, la actuación de este Gobierno, eminentemente ética (aunque no sé si práctica), comporta "el desgaste automático". Van como Fragas, y encima van contra Fraga. "Si ahora no puede cumplir el programa que prometió (el PSOE), es su problema". En castellano tampoco se dice "es su problema", porque parecería que es su único problema. Lo correcto resulta decir "es un Problema suyo". La neoderecha habla un castellano de telefilme. Fraga, que escribe mal, y se lo tengo muy dicho personalmente, habla con corrección el castellano. El castellano es lengua maldita, pero imprescindible para todo el que tiene ambiciones "castellanas", ay. "En España hay que crear un clima de confianza", dice la neoderecha hipócrita. Su "nacionalismo caciquil", como dicen las revistas violentas de esta semana, no contribuye a ese clima. Según la neoderecha, las medidas del Partido Socialista Obrero español) van en contra de los obreros. Esto es demagogia ultra y huelga de las cacerolas. Todo está mal, deLparo a los sueldos, de la televisión a los Ayuntamientos, del Parlamento a las autonomías, según la neoderecha. Esta enmienda a la totalidad es sospechosa, por la misma razón por la cual tío Oscar (Wilde) decía que 'varias razones convencen menos que una sola".

La multiplicidad indiscriminada de las críticas convence menos que una. sola crítica certera y concreta. Lo cual que la neoderecha se lo monta fatal. Pero encima van al Parlamento en plan campeón. Todos esperamos / necesitamos una alternativa a Fraga. Pero no ésa.

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