"La paz, si depende de nosotros, no se va a dar mañana", asegura ETApm-VIII Asamblea
Cuando tan sólo falta un mes para que se cumpla un año de la decisión del sector mayoritario de ETA Político-militar de dar fin a la tregua y reanudar sus actividades, los polimilis ya no cuentan con la cobertura política de un partido -tras su ruptura con Euskadiko Ezkerra-, amenazan de muerte a aquellos ex militantes escindidos que quieran volver al País Vasco y aseguran no tener intención alguna de negociar. Tres dirigentes de ETApm-VIII Asamblea, encapuchados, en una entrevista mantenida con EL PAIS en el sur de Francia, descartan su autoría en el secuestro de Mikel Echeverría, al mismo tiempo que reconocen que pretenden financiar un nuevo partido nacionalista. Entre otras cosas, señalaron que "la paz, si en parte depende de nosotros, no se va a dar mañana".
Pregunta. Un tema casi obligado de comenzar la conversación es el secuestro de Mikel Echeverría ¿Insisten ustedes en negar cualquier relación con este acto?Respuesta. Rotundamente. Y así lo dijimos en nuestro comunicado oficial.
P. Dada la confusión que se ha provocado ante tantas llamadas contradictorias en anteriores secuestros, ¿puede ETApm ofrecer alguna garantía concreta que avale su desvinculación de ese caso?
R. En primer lugar, queremos decir que el comunicado debería ser suficiente garantía. Nosotros nunca hemos negado la autoría de una acción si es nuestra; en todo caso nos hemos limitado a mantener silencio. En el caso Orbegozo ha habido intoxicaciones informativas contra nosotros. Todas nuestras sospechas apuntan hacia la extrema derecha o grupos de delincuentes comunes como presuntos autores del secuestro de Mikel Echeverría.
P. ¿Y de las garantías de que no han sido ustedes los secuestradores de Mikel Echeverría?
R. Podemos decir que hace exactamente veinticuatro horas familiares del chico han acudido a círculos de refugiados próximos a nosotros para decir que tenían en sus manos el importe que se le ha exigido como rescate. Hemos tenido que responder que no podemos hacer nada, que no aceptamos el dinero porque nosotros no hemos secuestrado a ese chico.
P. Se comenta que secuestros como el de Saturnino Orbegozo tienen un único fin económico y que luego ustedes lo revisten de un pelaje ideológico o político para justificar una posible mala acogida entre los sectores más afectados.
R. No es así. Como en otros casos en la historia de ETA, hay una parte del abastecimiento que revierte en el mantenimiento de nuestra infraestructura. Pero siempre tenemos en cuenta el contexto político; el mero hecho de obligar a pagar a una persona como Orbegozo, patrón paternalista pero caciquil, es importante porque agudiza contradicciones entre el empresariado vasco.
P. ¿Es cierto que decidieron matar a Saturnino Orbegozo? Hacía mucho tiempo que no llegaban al extremo de poner una vida humana en el candelero...
R. La radicalidad de nuestras acciones no depende de ningún calificativo ridículo de "bandidos buenos". Todo depende de la gravedad de los problemas planteados o de la forma en que el pueblo pueda ver los resultados políticos de la acción, aunque no sea de forma inmediata. El secuestro de Orbegozo, además de las motivaciones económicas, se plantea como una acción política que afecta al mismo corazón de las contradicciones del capital vasco. En ese sentido, toda la organización tenía muy claro, y en eso no hubo contradicción alguna, la ejecución del secuestrado si no llegábamos a un acuerdo con la familia.
P. Cuando ustedes aluden a la inmadurez política del pueblo vasco, al señalar que los resultados de las elecciones no son "el reflejo inapelable de la voluntad popular", ¿no están minusvalorando las opciones de un sector mayoritario de los ciudadanos? Si el pueblo se muestra en contra de una acción de ETApm, como en el caso Orbegozo, ¿peor para él?
R. Hay que entender las razones de esas movilizaciones, que, en su mayoría, están influenciadas por una campaña política e ideológica del propio Gobierno y en algunos medios de comunicación en contra de las organizaciones abertzales y de la lucha armada. De todas formas, no se trata de un aplauso o un rechazo popular, eso correspondería a los "bandidos buenos". El fondo de nuestra acción reside en incidir en las contradicciones del empresariado que puedan dar resultados positivos para los trabajadores.
'No nos encontramos en una situación óptima'
P. La ruptura con Euskadiko Ezkerra, las críticas de Nueva Izquierda y las diferencias con ETA Militar han configurado una aureola de rechazo importante hacia esta organizacion. ¿Está ETApm viviendo un proceso de aislamiento político?R. Desde luego, no es un momento en el que nos encontremos en una situación óptima. Estamos en un próceso de reconstrucción, de reforzamiento; en una fase de debate y clarificación en aras a la recuperación de un espacio propio y a la configuración de un proyecto político de izquierda abertzale. Pero, de eso al acorralamiento o aislamiento, hay una diferencia abismal. De alguna manera, estamos pagando las consecuencias de aquella tregua que sólo comportó resultados desastrosos.
P. Si los ex militantes de ETApm que han dejado definitivamente las armas tienen para ustedes tan poca importancia numérica, ¿por qué critican continuamente su opción de abandono?
R. Lo importante no son ellos sino el precedente que han creado. Nos encontrábamos en Euskadi, en los últimos años, con una política basada en la represión. Pero no se había expresado todavía un modelo de práctica política como el arrepentimiento.
P. Pero el arrepentimiento, al uso italiano o alemán, significa colaborar con la policía facilitando información. ¿De eso les acusan ustedes a los miembros de la VII Asamblea?
R. Bueno, es un arrepentimiento a la vasca. Pero decimos que estos ex miembros de ETA, por medio de un rechazo de la lucha armada, están dando una cobertura política a la posterior represión que se pueda cebar en aquellos que continuamos creyendo en la lucha armada. Además, en cuanto que algunos de ellos conocen muchos datos de ETApm todavía en la actualidad , y deciden regresar a Euskadi de inmediato, se están poniendo fisicamente al alcance de la policía. De forma voluntaria o involuntaria se puede ofrecer información; no hay que olvidar que la tortura se continúa practicando.
P. Entonces, ¿existe veto a determinados ex dirigentes de ETApm?
R. Sí, cuando este sector decidió abandonar la organización, se les exigió guardar unas mínimas normas de seguridad, que aceptaron en un principio. Pero las negociaciones de las listas y sus deseos de regresar de inmediato a Euskadi sur, nos hacen suponer que se ponen al alcance de la represión y en estas circunstancias, nosotros, si no guardan un tiempo prudencial para cambiar de residencia, les consideraremos como traidores, y así se lo dijimos mediante cartas en las que les pedíamos conversaciones antes de que tomaran cualquier decigión. Y de sobra saben ellos cómo, en los estatutos de ETA, se resuelve el problema de la traición.
'Se puede llegar a la ejecución física'
P. ¿Con la eliminación fisica?R. Efectivamente, se puede llegar a la ejecución de determinadas personas.
P. ¿Cuántos vetados hay en estos momentos?
R. Aproximadamente, una quincena.
P. Por qué vuelve ETApm a reclamar el impuesto revolucionario si no lo hacía desde 1977?
R. Entonces lo dejamos por los abusos que se habían cometido pof parte de alguna rama de ETA. Ahora, estamos en condiciones de afirmar que podemos reclamar las multas revolucionarias de una forma muy selectiva. Y es importante para nosotros recuperar una parte de la plusvalía que la burguesía arrebata a la clase trabajadora.
P. ¿Y en qué emplean el dinero que ustedes arrebatan a los "arrebatadores"?
R. Sencillamente, lo utilizamos en medios políticos para nosotros tan decisivos e importantes como puede ser el montaje organizativo de un partido de izquierda abertzale. También lo empleamos en el reforzamiento infraestructural de nuestra organización.
P. En estos últimos días se está hablando mucho de una posible negociación de ETA Militar con el Gobierno. ¿Tendría ETApm algo que ofrecer en una negociación?
R. La concepción de la negociación como un intercambio la hemos abandonado desde, hace tiempo, porque creemos que la negociación es la antesala del arrepentimiento. La situación en Euskadi es global y no admite salidas parciales en el campo del mercadeo. Una tregua, como tal, puede ser nefasta para una organización, armada que cree en la validez de sus métodos. Hablar sobre Lemóniz, Navarra, amnistía y autonomía no es tratar cuestiones accidentales que puedan resolverse en una mesa. En esos problemas, el cambio tiene que plantearse como reajuste de la correlación de fuerzas.
P. Sin embargo, en la pasada tregua, ustedes creyeron en la posibilidad de pedir una profundización del Estatuto de autonomía a través de una negociación.
R. Quizá sí; ello se debió a nuestro seguidismo en relación a la política de Euskadiko Ezkerra. Pero, precisamente, los temas que planteábamos eran los que demostraban la propia limitación del Estatuto. En vez de hablar ahora de profundización estatutaria habría que ir dejando paso al diseño de una plataforma y una estrategia que contenga, en sí, la construcción nacional de Euskadi.
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