Convergencia critica al presidente del Gobierno por no haber recibido aún a Jordi Pujol

Convergància Democrática de Catalunya (CDC), partido que forma parte de la coalición nacionalista en el Gobierno de la Generalitat, expresó ayer públicamente su extrañeza por el hecho de que haya transcurrido más de un mes desde la petición que el presidente catalán, Jordi Pujol, hizo al nuevo presidente del Gobierno, Felipe González, para entrevistarse con él, sin que este encuentro se haya producido.La nota oficial de CDC, partido que lidera el propio Jordi Pujol, ha sido suscrita por el comité ejecutivo de Barcelona, quien recuerda que el silencio de la Moncloa ante la petición de esta entrevista "resulta aún más chocante si se tiene en cuenta que Felipe González recibió al alcalde de Barcelona ocho días después de su nombramiento". Ante esta actitud, CDC entiende, según agrega la nota oficial, que este hecho "sólo puede explicarse por una actitud partidista del presidente del Gobierno central, poco adecuada a la buena relación institucional que debe procurar que exista entre su Gobierno y el de la Generalitat".

Sin embargo, esta dura crítica de CDC a la actitud del nuevo presidente del Gobierno central responde al malestar evidente que el silencio ante la solicitud oficial del encuentro ha desatado en el propio presidente Pujol. Fuentes próximas a la presidencia de la Generalitat ya habían expresado idéntico malestar en distintas manifestaciones privadas efectuadas en los últimos días, y, en concreto, Jordi Pujol se mostraría disconforme ante la posibilidad de que Felipe González se decidiera recibirle el mismo día en que tuvieran lugar otras audiencias con presidente de comunidades autónomas, con lo cual se restaría relevancia política a su encuentro con el presidente del Gobierno.

El tema de la solicitada entrevista no estuvo presente, sin embargo, en el almuerzo que el pasado sábado ofreció en el palacio de la Generalitat el presidente Pujol a los ministros catalanes, Narcís Serra y Ernest Lluch. Tampoco fue abordado en la primera entrevista protocolaria que la semana pasada mantuvo con el nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Francesc Martí.