El terrorismo está convirtiendo a Euskadi en una sociedad amenazada por el miedo, afirma Ramón Jáuregui

Ramón Jáuregui, delegado del Gobierno en el País Vasco, tomó ayer posesión del cargo en Vitoria, en la residencia de Los Olivos, acto al que asistieron el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra; el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra; el lendakari Carlos Garaikoetxea y los gobernadores civiles de las tres provincias de la comunidad autónoma vasca.

En el curso de la ceremonia, el nuevo delegado, Ramón Jáuregui, señaló que la voluntad del Gobierno al que representa ante la comunidad vasca es de "total y leal cooperación con las instituciones vascas y con las fuerzas representativas y democráticas de Euskadi, en la búsqueda de soluciones y objetivos comunes, que genéricamente son la paz, la lucha contra la crisis socioeconómica y la construcción de una comunidad autogobernada, estable y plural que avance en el progreso y la justicia".

Ramón Jáuregui se expresó en términos muy duros contra el terrorismo, "que tanto sufrimiento y tanto dolor traen a nuestro pueblo, y que están convirtiendo a Euskadi en una sociedad atenazada por el miedo".Una gran parte de su intervención estuvo dedicada a la defensa del autogobíerno, acerca del cual manifestó que "creo que nunca ha existido en Euskadi una ocasión mejor que la presente para consolidar nuestras libertades democráticas, para desarrollar y afianzar nuestro autogobierno, para reafirmar nuestra personalidad como pueblo".Por su parte, Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno, tras condenar la violencia, declaró: "Perseguiremos el crimen, pero no a costa de la libertad de los hombres ni de la merma de los derechos de los ciudadanos", y elogió a continuación a las fuerzas de seguridad del Estado. Con respecto a las relaciones entre la Administración central y la Administración vasca, manifestó que va a haber "una colaboración estrecha, en primera instancia a través del delegado del Gobierno, y en última instancia en las relaciones entre ambos Gobiernos".

También afirmó Guerra que con el nuevo Gobierno socialista se puede conseguir una mayor colaboración ciudadana con la fuerzas de seguridad, y que creía previsible "una nueva actitud en los ciudadanos del País Vasco, una reforzada actitud en la búsqueda de una convivencia pacífica y en el abandono de todo proyecto de violencia". Por su parte, el presidente del Gobierno vasco, Carlos Garaikoetxea, expresó su "conformidad y complacencia con lo manifestado por el nuevo delegado del Gobierno, aunque será tras abordar las cuestiones pendientes y la marcha de las transferencias cuando se pueda hacer un balance".

"Estoy", prosiguió, "en la obligación de dar un voto de confianza a las manifestaciones de cooperación que ha hecho el señor Jáuregui; lo que ocurre es en estos momentos debemos ser muy sinceros y no debemos pecar de optimismos frívolos ni de pesimismos de prejuiciosos". También anunció que en el presente mes se comenzará a hablar de transferencias y citó concretamente las de Seguridad Social, universidades, investigación, turismo y estadística. "Será también ahí", afirmó, "donde tendremos que remitirnos para juzgar las manifestaciones, tanto del delegado como del presidente, que ha delegado en Alfonso Guerra para este acto".

Acerca de una posible entrevista entre el presidente del Gobierno, Felipe González y el jefe del ejecutivo vasco, Carlos Garaikoetxea, éste declaró que no había fecha concreta.