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"Buscamos la colaboración y no la crispación de las comunidades autónomas", declara Alfonso Guerra

Alfonso Guerra asistirá el 4 de enero en Vitoria, Barcelona y Sevilla a la toma de posesión del cargo en sus respectivas comunidades autónomas de los delegados del Gobierno en el País Vasco, Cataluña y Andalucía, que, junto al de la comunidad foral de Navarra y a la de Cantabria, prometieron ayer cumplir las obligaciones del puesto en un acto celebrado en el complejo de la Moncloa. Además del vicepresidente estuvieron presentes el ministro de la Presidencia, Javier Moscoso, y la secretaria de Estado para las Autonomías, María Izquierdo. "Vuestro papel", les dijo Alfonso Guerra a los nuevos delegados del Gobierno en las comunidades autónomas, "debe ser de entendimiento con las comunidades autónomas. No queremos la crispación, sino, por contra, la colaboración, el diálogo y la franqueza".

Ramón Jáuregui, Francisco Martí, Leocadio Marín, Alicia Izaguirre y Luis Roldán, nuevos delegados generales del Gobierno en Euskadi, Cataluña, Andalucía, Cantabria y Navarra, respectivamente, prometieron cumplir las obligaciones de su cargo con la mano sobre un texto de la Constitución colocado encima de los Evangelios frente a un retrato del Rey.Concluido el acto, Alfonso Guerra se dirigió a los nuevos delegados del Gobierno, a quienes invitó a cooperar en el objetivo de imprimir en las delegaciones una nueva orientación, derivada del título octavo de la Constitución, como es la de contribuir a la conclusión del Estado de las Autonomías. "Vuestro papel", les dijo, "es difícil teniendo en cuenta que nos encontramos en una grave crisis económica y con la tarea por delante de completar el Estado de las autonomías. Pero es apasionante. Vuestra tarea es la de representar al Gobierno central en sus relaciones con los órganos autonómicos. Esas relaciones deben ser siempre a través de vosotros".

En clara referencia a las críticas hechas a la política de transferencias del departamento de Administración Territorial por e presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo, y el vicepresidente de la Xunta de Galicia, José Manuel Romay, Alfonso Guerra reconoció que pueden existir dificultades en los trabajos de las comisiones mixtas de transferencias, pero insistió en Ia voluntad del Gobierno de dotar a todas las comunidades autónomas del máximo techo de competencias que les confieren sus estatutos.

Al referirse a la existencia de comunidades autónomas con peculiaridades propias, Guerra se dirigió al delegado del Gobierno en el País Vasco, "donde se da", afirmó, "un proceso de violencia y una falta de respeto a los cauces normales de convivencia, como lo prueban los dos asesinatos habidos ayer en Irún. Esto crea muchas dificultades, pero, al mismo tiempo, la grandeza de luchar en favor de la libertad de los ciudadanos. "En política", dijo, "hay que buscar el acierto, pero a veces también es preciso el reconocimiento del error cuando se produce".

Delegada riojana para Cantabria

Alfonso Guerra felicitó efusivamente a la nueva delegada del Gobierno en Cantabria, Alicia Izaguirre Albiztur, a quien acompañaba uno de sus hijos. "Espero", declaró, "desarrollar con honradez y con el espíritu de solidaridad interregional que anima al Gobierno el desarrollo de la autonomía de Cantabria. Deseo conseguir, como responsable de las fuerzas de seguridad de aquella comunidad, la mayor compenetración del pueblo con aquéllas".Para Alicia Izaguirre, riojana de padres vascos, que afirma conocer Santander únicamente "en plan turístico", no debe tener un significado especial que una mujer sea por primera vez en la historia de España -y en esta ocasión sin duda- delegada del Gobierno. "No debe extrañar que cada día más la mujer asuma puestos de responsabilidad a todos los niveles, ya sea ministra, delegada, gobernadora, bombera o taxista, y contribuya de forma decisiva a la construcción de la sociedad".

El delegado del Gobierno en la comunidad foral de Navarra, Luis Roldán, fue escueto al referirse a las relaciones con Euskadi: "Las relaciones son institucionales y son las que hay. El pueblo decidirá para el futuro lo que desee".

Amargura y alegría de Ramón Jáuregui

El diputado del Parlamento vasco y secretario general de la UGT del País Vasco, Ramón Jáuregui, nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco, tomó ayer posesión de su cargo, según él mismo declaró, con un sabor agridulce en su boca: amargura por el asesinato de los dos guardias civiles en Irún, y alegría por la liberación de Saturnino Orbegozo. "ETA ha tomado, al parecer, la firme decisión de recrudecer su violencia", afirmó. "Ha utilizado alguna oferta negociadora con fines más estratégicos que reales".Minutos después de prometer que va a cumplir las obligaciones del cargo, telefoneó a Carlos Garaikoetxea para invitarle a presidir, junto a Alfonso Guerra, el acto en el que tomará posesión del puesto, previsto para las diez de la mañana del día 4 de enero en Vitoria. "Creo que puedo gozar de credibilidad en el País Vasco por mi origen en el movimiento obrero y mi actuación dialogante y tolerante con la ideología nacionalista, que deseo mantener", declaró.

Ramón Jáuregui manifestó su deseo de establecer un mecanismo de diálogo permanente entre los Gobiernos vasco y el central, "no sólo para tratar los habituales temas administrativos y burocráticos, sino para ponernos de acuerdo en la labor de desarrollar, cumplimentar el Estatuto vasca hasta sus últimos límites y lograr la estabilidad política en Euskadi". "La delegación del Gobierno", declaró ayer, "no puede ni debe ser una plataforma electoral o de poder, ni de competencia política. No es un filtro ni un control de la actuación del Gobierno vasco".

Para Ramón Jáuregui, la situación de la administración periférica del Estado en el País Vasco es uno de los objetivos prioritarios del nuevo delegado del Gobierno. "Esa administración, que es caótica, fruto de toda la confusión creada en el proceso", matizó, "hay que adecuarla a la comunidad autónoma vasca, no sólo en lo geográfico, sino en lo que se refiere a sus propias leyes, como es el caso, por ejemplo, de la del bilingüismo".

Con respecto a ETA, Ramón Jáuregui considera que se encuentra en una coyuntura crítica, que no está tanto en función de su fortaleza militar, sino de las circunstancias políticas que se viven en Euskadi. "Cada vez es más absurdo, menos lógico, que siga asesinando y atentando cuando existe en España un Gobierno democrático, socialista y solidario, apoyado por más de diez millones de votos y hay en Euskadi un estatuto, mejorable, desde luego, y un Gobierno autónomo. Es una situación anacrónica que no es compatible con el pueblo vasco".

Superar las diferencias entre Gobierno y Generalitat

"Creo que las diferencias entre la comunidad autónoma catalana y el Gobierno central son solucionables si somos capaces y es capaz también el Gobierno de la Generalitat de no elevar lo que son problemas administrativos o problemas políticos menores a la categoría de enfrentamiento entre ambos", dijo ayer a este periódico, poco después de tomar posesión, Francisco Martí Jusmet, nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, con quien EL PAIS publicó el pasado miércoles una amplia entrevista.En línea con esta afirmación, señaló que se ha abusado, tanto por parte del Gobierno catalán como del central, del recurso fácil al Tribunal Constitucional para superar diferencias técnicas y políticas de orden menor.

"Espero", afirmó también, "que podamos terminar en 1983 el proceso de transferencias a Cataluña, y luego abordaremos un tema difícil pero muy importante: fijar un sistema de financiación para la autonomía catalana que no sea el actual, sino el que está fijado en la Constitución y el estatuto de Sau.

La toma de posesión del cargo de delegado del Gobierno en Cataluña se celebrará el día 4 de enero. Alfonso Guerra asistirá al acto y a una comida posterior ofrecida por Jordi Pujol, acompañado por los ministros de Administración Territorial, Tomás de la Quadra; de Sanidad, Ernest Lluch, y de Defensa, Narcís Serra. Estará también presente el Gobierno catalán en pleno.

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