El Tribunal de Cuentas analiza la gestión de la banca oficial

Los bancos dependientes del Instituto de Crédito Oficial, el Banco Exterior de España, el Banco de España e incluso el Fondo de Garantía, han sido requeridos por el Tribunal de Cuentas para que presenten los balances de los últimos ejercicios y proceder a su examen. Una de las funciones del Tribunal de Cuentas es controlar la gestión de la banca pública, aunque en los últimos años -como consecuencia de la semiparalización de este alto organismo y su dependencia del Ministerio de Hacienda- las entidades de crédito oficial no habían remitido una información suficiente sobre sus cuentas al citado tribunal.

La configuración democrática del Tribunal de Cuentas, su dependencia del poder legislativo y la designación de nuevo presidente y nuevos ministros del mismo, ha provocado el inmediato requerimiento a las entidades de crédito oficial para que cumplan con su obligación y remitan al tribunal información sobre sus cuentas generales en los últimos ejercicios.

Análisis en tres fases

El análisis se hace en tres fases, examen de las cuentas generales, petición de justificantes y desgloses detallados, y finalmente comprobación in situ. Hasta el momento, en ninguna de las entidades se ha llegado a la tercera fase del análisis, que es en la que realmente pueden aparecer, sí existiesen, irregularidades.Uno de los expedientes más avanzados es el del Banco Exterior, al que se han requerido ya desgloses detallados y comprobantes relativos a los ejbrcicios 1978, 1979,4980 y 1981, en base a un control selectivo en materia de gastos e inversiones. En este último apartado se han pedido datos, a la vista de la difícil situación que atraviesan numerosos países de Latinoamérica, sobre operaciones del citado banco en el extranjero.

También se está analizando la concentración de riesgos en otras entidades oficiales, como el Banco de Crédito Industrial. La nueva ley del Tribunal, de Cuentas encomienda a este organismo, a parte de la fiscalización de los balances, un control de la eficacia de la gestión. El Tribunal de Cuentas, por otra parte, se encuentra con escasos medios materiales y humanos para sacar adelante con mayor celeridad todo el trabajo retrasado que ha heredado de la etapa anterior. En estos momentos, por ejemplo, cuenta tan sólo con tres auditores para estas tareas de fiscalización.

El Tribunal de Cuentas está analizando también la gestión de otros organismos públicos, al margen de la banca oficial, que tampoco habían remitido información en la etapa anterior al alto tribunal. El cumplimiento de estas misiones está siendo compatibilizado con un profundo proceso de reorganización interna del mismo, de cara a hacer más eficaz su función de control externo de la Administración y el sector público en general.