La editorial Aguilar presenta suspensión de pagos
La editorial Aguilar presentó ayer solicitud de suspensión de pagos alegando para ello la dificil situación financiera por la atraviesa consecuencia de la crisis del mercado editorial español en Latinoamérica, especialmente la de México y Argentina. Este último país es el primer importador de libros españoles y, con continuas devaluaciones, tiene reducido al máximo sus pagos al exterior; México, por su lado, que ocupa el segundo lugar en compras de editoriales españolas, fijó ayer una nueva paridad del peso que significaba una devaluación del 50%, y tiene cerradas sus fronteras a la exportación.Carlos Aguilar, presidente de la sociedad que ayer presentó suspensión de pagos, en declaraciones a Efe ha señalado que las dificultades de la editorial se encuentran en la crisis latinoamericana que tiene una incidencia especial en Aguilar ya que se ha volcado en este mercado. "Hemos estado buscando fórmulas para dar una respuesta a esta situación, como la ampliación de capital; en tanto estas gestiones puedan formalizarse hemos decidido presentar la suspensión de pagos, como una medida cautelar para la defensa de los acreedores, pero sigue adelante la búsqueda de soluciones".
Una de las que fue estudiada consistía en la venta a Espasa Calpe, cuyo principal accionista es el Banco de Bilbao, aunque no llegó a cuajar una vez que se habían iniciado los contactos preliminares y efectuado estudios sobre la situacion de Aguilar.
Según fuentes de la editorial Aguilar el problema fundamental se encuentra en la concentración de deudas en sus filiales de México y Argentina, que han provocado una falta de liquidez con derivaciones sobre las deudas financieras en España. La ventas de Aguilar en Latinoamérica durante 1981 alcanzaron los 1.300 millones de pesetas, frente a 500 millones de pesetas en España. La cifra de cobros internacionales pendientes son estimadas por la editorial en tres millones de dólares, cerca de 350 millones de pesetas.
En fuentes editoriales se ha señalado que la Editorial Aguilar tenía planteados problemas ya antes de la crisis de los países americanos como consecuencia de tener una plantilla excesiva para su volumen de negocios y al incidir sobre la venta los cambios experimentados en el consumidor español.
En este sentido se apunta que Aguilar ha seguido siempre una política de ventas a plazos mediante visitas domiciliarias de elevado coste por ejemplares vendidos mientras que se ha producido un desvío de estas ventas hacia los fascículos y los libros de colocación en establecimientos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Concurso acreedores
- Gestión empresarial
- Consejo administración
- El País-Aguilar
- Exportaciones
- Comercio internacional
- Suspensión pagos
- Grupo Santillana
- Editoriales
- Cuenta resultados
- Sector editorial
- Comercio exterior
- Libros
- Grupo Prisa
- Empresas
- Grupo comunicación
- Medios comunicación
- Economía
- Comercio
- Comunicación
- Industria cultural
- Cultura