Barrionuevo hace un llamamiento a la paz en la clausura de un seminario policial en Vitoria

Con una llamada a la paz del ministro del Interior, José Barrionuevo, y con una felicitación del lendakari Carlos Garaikoetxea por el hecho de haber reflexionado sobre las funciones de la policía, "precisamente desde Euskadi", finalizó ayer el II Seminario Internacional sobre Policía, Justicia y Sociedad, en Vitoria. Ante más de 250 congresistas -policías municipales, jefes y mandos intermedios de la policía autónoma, guardias civiles, policías nacionales y expertos en materia de criminología-, José Barrionuevo proclamó: "Ya es hora de que termine la violencia, que termine la sangre y empiece la paz".Aprovechó la ocasión en la que se habían congregado más de 250 interesados en debatir las funciones policiales en una sociedad democrática, para realizar un llamamiento público a la paz: "España es en estos momentos un país de amplias libertades. Nosotros quisiéramos que fuera incluso más. Pero nos parece que existe una amplitud suficiente".

Al referirse a los grupos terroristas, de los que dijo que "no van a modificar nada", Barrionuevo enfatizó: "La guerra que a nosotros nos gusta, queridos amigos vascos, es la guerra del trabajo, la del bienestar de todos, la lucha por la paz. En todos los demás combates estamos obligados".

El presidente del Gobierno Vasco, cuya intervención sirvió de colofón del seminario, hizo especial hincapié en la importancia de que, acaso por primera vez, se haya reflexionado, al más alto nivel, sobre las funciones del cuerpo de policía en una sociedad igualitaria.

Insistió en la necesidad de que la policía estuviera enraizada en el pueblo: "Si al final del proceso estatutario sólo hubiéramos conseguido nuevos uniformes vestidos por una policía represiva, puesta al servicio de intereses particulares, o una policía desvinculada de su entorno social, habríamos fracasado rotundamente".

Por otra parte, la entrevista que mantuvieron ayer en Vitoria el lendakari Carlos Garaikoetxea y el ministro del Interior, José Barrionuevo, disipó el malestar existente en el departamento del Interior del Gobierno vasco. El Ejecutivo autónomo se había mostrado receloso por considerar descortés la actitud del ministro del Interior de visitar Euskadi y revelar medidas antiterroristas, sin haberse puesto en contacto previamente con las autoridades autónomas. En su tercera visita al País Vasco desde su toma de posesión, el ministro del Interior mantuvo -por primera vez- un encuentro de cuarenta minutos con el lendakari Garaikoetxea.

La concreción de un meticuloso plan antiterrorista -revelado al parecer tan solo de forma marginal-, la colaboración de los cuerpos de seguridad del Estado y la policía autónoma, junto al compromiso socialista de entablar una conversación con el Gobierno vasco previa al nombramiento del delegado del Gobierno en la comunidad autónoma, fueron los principales temas que abordaron.