Guerra y Barrionuevo alientan a los 26 nuevos gobernadores civiles a que impulsen el desarrollo de las libertades
El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y el ministro del Interior, José Barrionuevo, alentaron ayer a los veintiséis nuevos gobernadores civiles nombrados por el Gobierno el pasado miércoles a que impulsen en las respectivas provincias donde han de desempeñar el cargo el desarrollo de las libertades. El acto, desarrollado en la Dirección General de Tráfico, estuvo presidido por el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, al que acompañaban los ministros del Interior, José Barrionuevo, y de la Presidencia, Javier Moscoso, así como los responsables máximos de las fuerzas de seguridad del Estado.
Tras la jura o promesa del cargo de los veintiséis nuevos gobernadores civiles, el ministro del Interior pronunció un breve discurso de felicitación y de recordatorio acerca de las funciones que han de desempeñar. Al margen del especial énfasis que puso en alentar a los gobernadores a impulsar el desarrollo de las libertades, la tolerancia y la convivencia en sus respectivas provincias, recordó Barrionuevo que los gobernadores civiles son la máxima autoridad provincial y, en este sentido, les reiteró que bajo su competencia y vigilancia se encuentra la Administración periférica de su provincia, en virtud de lo cual aconsejó que mantuvieran constantes contactos con la Administración local y colaborasen con el Gobierno autonómico respectivo.En opinión del ministro de Interior, quizá donde fallaron los gobernadores civiles designados por anteriores Gabinetes, fue en la labor de coordinación de toda la Administración periférica dependiente del Gobierno, labor que, recalcó, habría de acentuarse en el futuro. Tras resaltar que el nombramiento de los gobernadores civiles suponía una importante renovación en el área de la Administración, declaró su confianza en que desarrollarán con eficacia sus funciones. Barrionuevo afirmó también que "la autonomía de los entes municipales no sólo debe ser respetada, sino aumentada".
A continuación intervino el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, quien reafirmó la necesidad de que los gobernadores civiles velen por la libertad y seguridad de los ciudadanos de sus provincias y les recordó que son los máximos responsables de las fuerzas de seguridad en su respectiva provincia. Guerra manifestó que habían sido elegidos por el Gobierno y no por el partido, y declaró que aquél siempre les apoyaría siempre que cumplan su cometido. Aconsejó que en el desempeño de sus funciones tuvieran cuanta flexibilidad permitieran las circunstancias y firmeza cuando lo requiriese el ejercicio de su autoridad.
El vicepresidente del Gobierno reiteró la necesidad de garantizar especialmente la seguridad de los ciudadanos especialmente en aquellas zonas donde existen grupos que quieren perturbar la convivencia, en alusión al País Vasco. También hizo mención a la existencia de un compromiso no con el electorado que votó en favor del partido, sino de cuantos no habían dado su voto al PSOE, pero habían volcado sus esperanzas en el Gobierno salido victorioso de las urnas.
Todos los nuevos gobernadores fueron provistos por la subsecretaría de Interior con un amplio dossier sobre su respectiva provincia, para profundizar su conocimiento de la misma. No en vano, la práctica totalidad de los nuevos gobernadores han sido destinados a provincias de la que no son naturales y en las que no han residido. El dossier incluye una exhaustiva recopilación, municipio por municipio, de todas las consultas electorales que han sido realizadas desde 1976. También se incluían datos de tipo socioeconómico y cuantos contribuyen a conformar un perfil de la provincia, sus autoridades y personalidades más relevantes, junto a una recopilación de la legislación de mayor interés para el desempeño de sus funciones..
De particular interés resultan las recomendaciones que la Dirección de Seguridad del Estado realiza sobre como encarar determinados supuestos, algunos de los cuales son obviamente de carácter secreto. No obstante, ha podido saberse que, con respecto a las huelgas y manifestaciones legales, las fuerzas de seguridad velarán por la protección para su desarrollo, de forma discreta para no dar lugar a malentendidos o provocaciones. En cuanto a las manifestaciones y huelgas de carácter ¡legal, se recomienda a los gobernadores que difundan al máximo a través de los medios de comunicación su carácter ilícito para evitar o reducir al máximo el uso de los medios represivos.
35 años de media
De entre los rasgos sobresalientes de los veintiséis nuevos gobernadores que juraron ayer sus cargos, resalta su juventud, con una media de 35 años de edad, la afiliación de veintiuno de ellos al PSOE -aunque la misma no se produjo nunca antes de 1974- y el escaso número de los que han desempeñados algún cargo en la Administración pública, en tareas en general de tono menor, y menos aún los que son funcionarios. Entre ellos figura un miembro del Partido de Acción Democrática, Pedro Valdecantos, gobernador civil de Ciudad Real.Es igualmente de destacar que, salvo en un par de ocasiones, la mayoría de los nuevos gobernadores no ejecutarán sus funciones en sus provincias de origen. Abundan entre las profesiones de los mismos, las de abogado y, por orden decreciente, las de funcionario y técnicos. Hay, incluso, un ex obrero metalúrgico.
De los que han ejercido alguna función dentro de la Administración, buena parte de ellos lo han hecho en la local y en la autonómica. Al nombramiento como gobernadora civil de Palencia, de Rosa de Lima, podría unirse el de otras tres mujeres para desempeñar el gobierno civil de otras tantas provincias, según declaró ayer José Barrionuevo, a la agencia Europa Press.
Los nuevos gobernadores civiles de Vizcaya y Guipúzcoa, Julián San Cristobal y José Julián, manifestaron ser conscientes de las dificultades que van a encontrar en el desempeño de sus funciones. San Cristobal manifestó su intención de desarrollar una política coordinada con la del Gobierno y que, en principio, tendrá que esperar al nombramiento del nuevo delegado del Gobierno en el País Vasco, aunque confesó "tener ideas propias".
José Julián Elgorriaga, gobernador civil de Guipúzcoa, resumió sus sentimientos sobre su acceso a dicho cargo en dos palabras: "Ilusión y preocupación". "Es un cargo difícil", agregó, " por la situación que, lamentablemente, padecemos en Euskadi, aunque hay que mirar al futuro con esperanza e ilusión". Elgorriaga declaró, asimismo que lo que más dificultades le presentará será "conocer a fondo todos los problemas".
Terminado el acto oficial, se ofreció una copa de vino a los asistentes, momento que aprovecharon tanto para conocerse entre sí los recién elegidos gobernadores como para conversar con los altos cargos del Gobierno presentes y los responsables de las fuerzas de Seguridad. Entre los asistentes se encontraban el subsecretario de Interior, Carlos Sanjuán, el director de la Seguridad del Estado, Rafael Vera, el director de la Guardia Civil, teniente general Aramburu Topete y el inspector general de la Policía Nacional, Alcalá Galiano.
Los gobernadores civiles que ayer juraron o prometieron sus cargos, tomarán hoy posesión de sus cargos en los respectivas sedes de los gobiernos civiles de la provincia a la que han sido destinados. El ministro del Interior declaró que, sobre este particular, la transmisión de poderes se había realizado de un modo muy correcto.
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