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CATALUÑA

La Generalitat destinará 3.500 millones para las comunicaciones de Barcelona con el Pirineo

La decisión de la Generalitat de iniciar de inmediato las obras del desvío de la carretera C-1411 a su paso por la población de Manresa suponen el primer paso para la configuración del futuro eje del Llobregat, que enlazará Barcelona con el túnel del Cadí y en consecuencia mejorará las comunicaciones de dicha capital con las comarcas pirenaicas. El presupuesto global se aproximará a los 3.500 millones de pesetas y podrá entrar en funcionamiento, según las previsiones de la Dirección General de Carreteras, a mediados de 1984, plazo que coincide con el objetivo de los promotores del túnel del Cadí, que piensan tener su proyecto terminado por las mismas fechas. Los proyectos franceses para enlazar con el túnel del Cadí parecen ser los más atrasados, lo que impedirá, de momento, la continuación del eje del Llobregat hacia Francia.

La realización del eje del Llobregat está prevista en cinco fases, tres de las cuales disponen ya del proyecto aprobado, y en período previo a la adjudicación de los contratos, salvo en el caso del desvío de Manresa cuyas obras son inminentes. El último Consell Executiu de la Generalitat aprobó la autorización del desvío de Berga que comprende un espectacular viaducto para superar el embalse de La Baells. Las dos últimas fases, desde Navás a Berga y desde Fígols a Guardiola de Berga, están aún en fase de redacción del proyecto. Este puede quedar ultimado en un plazo de dos meses.

Castigadas por la crisis

A pesar de que las grandes obras del eje del Llobregat se realizarán entre Manresa y Guardiola de Berga -un tramo de unos 65 kilómetros- el proyecto global comprende la adecuación de la actual carretera hasta Barcelona, pasando por Abrera. Se invertirán unos doscientos millones de pesetas en la instalación del tercer carril para llegar hasta la capital del Bages. Las mejoras potenciarán esta ruta como alternativa al trayecto de Barcelona a Manresa por Sabadell y Terrassa.Las comarcas del Bages y el Berguedà, y mucho más aún la Cerdanya, han sido castigadas especialmente por la crisis y constituyen las zonas con más alto índice de paro. El eje del Llobregat y el túnel del Cadí suponen la principal esperanza para la reactivación industrial de estas comarcas. En el caso de la Cerdanya, su economía, basada casi exclusivamente en la industria turística de las estaciones de invierno, depende en especial de la mejora de las comunicaciones.

De forma inmediata, con el inicio de las obras, la inversión de los 3.500 millones de pesetas en el proyecto supondrá una primera inyección económica. Al cumplirse la normativa que obliga a invertir el 25% del total del presupuesto en mano de obra de la comarca donde de ejecutan, en los próximos dos años más de quinientos millones de pesetas repercutirán directamente en la lucha contra el paro del Bages y el Berguedà.

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