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Moscú multiplica sus ofertas de normalización diplomática hacia Albania

Desde la ruptura de relaciones diplomáticas entre la Unión Soviética y la estalinista Albania (1963), nunca como hasta ahora se había producido una oferta tan abierta de Moscú para el restablecimiento de relaciones entre los dos países. El viernes, el semanario Tiempos Nuevos fue el primer medio soviético en proponerlas, al saludar la fiesta nacional albanesa y el 70º aniversario de la Albania independiente. Posteriormente fue Izvestia, órgano del Gobierno de la URSS, y ha culminado con un reciente artículo de Pravda.

En este último se afirma que la situación de ruptura diplomática entre Moscú y Tirana sólo beneficia al enemigo común. La sociedad de amistad soviético-albanesa lanzaba también, por su parte, un llamamiento a la normalización.Yuri Andropov estuvo en Albania al filo del rompimiento formal de las relaciones entre Moscú y Tirana, exactamente el año 1962, al frente de una delegación del partido comunista soviético. Una vez más, según la agencia yugoslava Tanjug, atenta seguidora del devenir político albanés, Andropov se entrevistó con altos cargos albaneses en la década de los sesenta, quizá con motivo de la salida de Albania del Pacto de Varsovia, consumada en 1968.

La actual ráfaga diplomática soviética hacia Albania llega a Tirana pocos días después del violento ataque de Enver Hoxha contra el socialimperialismo soviético, y cuando continúa la represión de los partidarios políticos del ex primer ministro Mehmed Shehu, suicidado hace un año.

Moscú parece querer reasegurar a quienes en Albania prefieren la vuelta al redil del Este cuando Hoxha falte (ahora tiene 74 años), en vez de un incierto acercamiento a Occidente, donde los refugiados políticos como Balli Kombtar están bien implantados. "Sería como irse a dormir con el tigre para escapar del lobo", suelen declarar proverbialmente los funcionarios albaneses cuando se les pregunta sobre la posibilidad de deslizarse hacia Occidente.

Después de años de críticas contra el socialimperialismo soviético y contra el imperialismo de EEUU, Enver Hoxha pronunció hace tres semanas una frase que inquietó a los yugoslavos: "Les decimos a algunos países de Europa y a Estados Unidos que ya no se puede jugar como antes con Albania". El diario oficialista Borba veía en ello un intento para restarle apoyo occidental a Yugoslavia, enzarzada con Albania en una polémica por las minorías albanesas que viven en este país. Hoxha recuerda hoy a Occidente que Ia llave del mar Adriático la tenemos nosotros".

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