Bancos y grupos empresariales se interesan por los pocos periódicos rentables de MCSE

Entre los medios más rentables de la cadena MCSE se encuentra el valenciano Levante, que podría finalizar el presente ejercicio con un superávit de más de doscientos millones de pesetas. Fuentes del comité de empresa cifran su tirada en 28.000 ejemplares diarios y 65.000 los domingos, aunque hace no muchos meses era bastante mas elevada. 150 trabajadores de la plantilla habían constituido una sociedad anónima laboral para ejercer el derecho preferente de adjudicación, pero el intento fracasó por el desinterés de la ejecutiva regional del PSOE, partido que considera integrista la línea del periódico. Levante compite con el conservador Las Provincias y con Noticias al Día, de orientación progresista.No faltaba expectación en torno a la subasta. Han existido gestiones del Banco de Santander, del Central y de un empresario canario apellidado Guerra, que también podría pujar por el diario de Alicante. Otro núcleo que ha posado sus ojos en el periódico es la coalición derechista AP-PDP-Unión Valenciana. Finalmente, se ha hablado de firmas que representan capital venezolano y árabe, que no considerarían excesivos los 705 millones de pesetas en que se ha establecido la base de licitación.

El único diario de la provincia

Similar interés ha despertado Información, de Alicante. Al menos dos grupos de empresarios, uno de ellos ligado íntimamente a la patronal provincial, estudiaron su compra, por la que se piden 580 millones, aunque parece que ambos desistieron. La oferta que más agrada a la redacción, mayoritariamente progresista dentro de la cadena, está vinculada a capital bancario. Despues de una importante renovación tecnológica, Información, el único periódico editado en la provincia, vende 30.000 ejemplares diarios y ganó el año pasado 32 millones de pesetas, sin contar la subvención por consumo de papel nacional.

Menos claro resultaría en la subasta el futuro de Mediterráneo, de Castellón, por el que se piden 125 millones. La apertura que vivió bajo la dirección de Luis Herrero terminó en noviembre de 1981 con el despido del osado y de una parte de sus colaboradores, que aun no han sido readmitidos pese a la sentencia favorable de la Magistratura de Trabajo.

Desde entonces, Mediterráneo ha perdido parte de sus 6.000 ejemplares, pese a disponer de maquinaria nueva, y ha servido a UCD con lealtad hasta el último momento. Días antes del 28 de octubre llegó a publicar una supuesta encuesta que daba dos diputados al partido del Gobierno y ninguno a AP, pronóstico que los electores se negaron a refrendar. El papel del periódico ha disminuido desde la aparición de Castellón Diario, la pasada primavera. La empresa editora de éste último parece ser la única interesada en comprar Mediterráneo, convencida de que no es posible la supervivencia de ambos medios.

Del pluralismo al criptogolpismo

La importancia de los periódicos catalanes se reduce al ámbito local. No obstante, según el administrador de Los Sitios, de Gerona, dos grupos habían depositado lafianza de 28 millones de pesetas necesaria para licitar en la subasta, a la que salía por 146 millones. Se trata del grupo Zeta, que edita Interviu y El Periódico de Cataluña, entre otros medios, y de la empresa de Punt Diari, que se publica en Gerona íntegramente en catalán y cuya cabeza visible es el industrial cárnico Juan Bosch, centrista y catalanista.

Los Sitios, cuya influencia redujo de forma espectacular la aparición de Punt Diari, apenas vende 6.000 ejemplares, aunque dispone de instalaciones modernas, que costaron cien millones, inauguradas hace dos meses.

En cuanto a La Mañana, de Lérida, continúa siendo el diario más importante de la provincia, con cerca de 8.000 ejemplares de difusión. Los otros dos apenas venden conjuntamente 3.000 ejemplares. Pese a ello, La Mañana, que es considerado uno de los periódicos más pluralistas e independientes de la cadena, dispone de un 25% de publicidad y cuenta con instalaciones renovadas en julio pasado, resulta deficitario. Quizá por ello no se conoce a nadie dispuesto a pujar, al menos en la primera convocatoria. El grupo Zeta considera que el precio inicial, 129 millones, resulta excesivo.

Lo mismo podría ocurrirle a Baleares, editado en Palma de Mallorca. La seguridad laboral ofrecida a los trabajadores por la ley de privatización, que les permite pasar a la Administración, ha desbaratado los intentos de formar una cooperativa. Sin embargo portavoces de la plantilla consideran que los 140 millones de pesetas establecidos como base de la subasta son inferiores al valor real de las nuevas instalaciones, inauguradas con motivo del congreso que la UCD celebró en la capital balear en 1981. El periódico ha sufrido las presiones y contradicciones habituales en la cadena, y la fuerte competencia del resto de la Prensa. Su difusión ha caído en picado, desde los 30.000 ejemplares de 1972 a los 14.000 de 1981. Paralelamente, los beneficios del primer año citado, 70 millones, se han transformado en 52 millones de pérdidas.

En Murcia, los tres mil ejemplares escasos de Línea compiten sin esperanza con La Verdad, de la Editorial Católica. El periódico transita a intervalos desde el apoyo sin condiciones a la política gubernamental hacia los aledaños del golpismo, como cuando se convirtió en vehículo, junto a El Alcazar, de los artículos del misterioso colectivo Almendros. En general, se muestra beligerante contra las instituciones autonómicas, que gobierna el PSOE. Las pérdidas son abundantes y la maquinaria antigua. El único elemento que puede movilizar compradores es el edificio, inaugurado en 1977, que se levanta sobre un amplio solar bien situado y calificado como edificable. La plantilla ya ha anunciado, en consecuencia, que está interesada en pasar a la Administración pública.

La información sobre los Medios de Comunicación Social del Estado ha sido elaborada por los corresponsales de EL PAÍS.