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El dinero del miedo

50.000 millones de dólares, fondos españoles en Suiza

Jean Ziegler señala a EL PAIS que, de los fondos de España en el país helvético, unos 10.000 millones son evasión pura

El diputado suizo, que se define como socialista internacional y que asegura que sus denuncias persiguen sobre todo el respeto a los derechos humanos y la defensa del socialismo, afirma que la evasión es un fenómeno que se agrava en los momentos de tensión política, y en este sentido dice que la victoria del PSOE en las pasadas elecciones generales ha provocado un acentuamiento de las salidas ilegales de pesetas hacia Suiza y otros países europeos.Ziegler incluso llega a acusar a algunas entidades españoles de crédito instaladas en Suiza de colaborar o favorecer esta evasión, señalando concretamente a tres. (EL PAIS no las cita por falta consistente de pruebas con validez jurídica.)

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Una personalidad controvertida

El diputado socialista suizo tenía previsto acudir a España para testimoniar en el Parlamento, a petición de un grupo de socialistas, sobre el fenómeno de la evasión de divisas. Su testimonio se ha visto retrasado para no hacerlo coincidir con las elecciones generales pasadas, aunque está previsto que acuda en enero a dar un ciclo de conferencias. Ziegler ya testimonió ante la Asamblea Nacional francesa sobre el dinero galo en bancos suizos, aunque su declaración fue recibida con reacciones mixtas en París. Es autor, asimismo, de varios libros sobre evasión de capitales, tanto en Europa como en Africa y Latioamérica.

Ante las acusaciones de falta de rigor en sus denuncias, el diputado suizo responde que sus afirmaciones están basadas en un estudio exhaustivo de las estadísticas financieras de los bancos y del Gobierno suizo en pruebas aportadas por los sindicatos y trabajadores helvéticos en instituciones privadas de su país. "No hay que ser un lince para darse: cuenta de hasta qué punto mis acusaciones se basan en hechos concretos".

Los canales de la evasión

En una cafetería del barrio universitario de Ginebra, y adoptando una actitud defensiva frente a las críticas que recibe en su propio país por las denuncias que realiza en el extranjero (¡el sistema bancario suizo, Ziegler afirma que la evasión de divisas desde España hacia Suiza tiene dos canales principales y ha conocido tres circunstancias históricas distintas. Los canales, según él, son claros: las maletas, o los camiones llenos de pesetas, o -más importante para él aún- las transferencias bancarias que no se corresponden exactamente a una transacción comercial o financiera.

Respecto a las circunstancias, dice que la evasión española de capitales hacia Suiza viene, en primer lugar, desde antiguo, cuando los inversores o acumuladores de capital acudían a este país en busca de fácil e incontrolable inversión. Después está la evasión coyuntural por razones políticas, que se produce en los momentos de tensión, como puede ser la muerte de Franco o la llegada del PSOE al Gobierno. Y, por último, está la especulativa e institucional, que corresponde a entidades legalmente establecidas en ambos países. "Esta última", afirma, "puede ser, a la larga, la más importante".

Dentro de la Internacional Socialista, donde representa al Partido Socialista suizo, Ziegler dice haber mantenido) conversaciones con el PSOE scibre los rnecanismos apropiados para tratar de minimizar el problema de la evasión en el caso de la llegada de los socialistas al poder. En su opinión, el PSOE "no debería cometer los errores involuntarios y bienintencionados en los que ha caído el Partido Socialista francés". En este sentido, una eventual amnistía, que permitirá la repatriación de esos capitales con el gravamen de un impuesto determinado y sin penalización penal, no serviría para mucho.

"Hay que tener en cuenta que una acción similar por Mitterrand, aparte de los problemas parlamentarios que conlleva (tiempo, sobre todo), apenas ha conseguido que volvieran cuatrocientos millones de francos. Esto es sólo una mínima parte de todo el dinero francés depositado en Suiza", afirma. En este sentido, "lo único que, a corto plazo, puede hacer volver el dinero a España es una estabilización del Gobierno socialista y la recuperación de la confianza".

Otros caminos podrían ser ensayados, aunque él no se atreve a sugerirlos abiertamente. Se trataría de una actuación sobre el comercio bilateral o sobre las empresas-químicas, seguros, financieras, etcétera, suizas instaladas en España. El Gobierno español podría vigilarlas estrechamente y reducir los riesgos de actuaciones irregulares, según él.

El riesgo del boicoteo

Ziegler estima que la victoria socialista en España puede dar origen a un boicoteo encubierto por parte de diferentes intereses intemacionales. "La burguesía europea no comulga, evidentemente, con una victoria socialista en su área de influencia", afirma.

Respecto a las posibilidades de que Suiza ponga término al secreto bancario, razón principal de la afluencia de capitales extranjeros, el profesor de Sociología opina que, legalmente, será difícil acabar con el mismo. "El secreto bancario está incluido en nuestra Constitución y es intrínseco al sistema", dice.

Pero añade que los socialistas suizos han presentado un proyecto de ley, que tendría que ser votado en referéndum, que amortigua o reduce el alcance de la citada norma. Se trata de establecer los cauces para que, en régimen de reciprocidad con determinados países que lo acepten, se tenga acceso a algunas informaciones sobre cuentas numeradas y sus titulares.

En su opinión, existen posibilidades reales de que los suizos aprueben en referéndum una propuesta de este tipo. "Basta presentarla bien; ahora tenemos la oportunidad de hacerlo", asegura. La enorme llegada de capital extranjero a Suiza provoca, en su opinión, una revalorización excesiva del franco suizo, que ha puesto fin a la competitividad de la industria suiza y originado pérdidas de empleos. "Hasta ahora", dice, "ese fenómeno se había amortiguado con la repatriación de trabajadores extranjeros, que hacían las labores más desagradables de la sociedad suiza. Eso está cambiando, y los suizos están conociendo en sus carnes lo que es el desempleo o el trabajo más bajo en la escala social. Yo estoy convencido que para detener esa espiral hay que parar también el reforzamiento del franco suizo. Por eso no son consistentes las críticas que dicen que voy en contra de mi país, sino que tengo otros remedios para resolver los problemas".

En sus posiciones ideológicas, cita también el hecho de que el capital suizo va en contra de los derechos humanos en determinados países. A este respecto, cita el caso de las cueñtas secretas de dictadores africanos y latinoamericanos en Suiza, que esconden y almacenan fondos públicos.

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