El concurso público de 'handling' mejorará el servicio al público, según el director general de Aeropuertos

El servicio a los pasajeros en los aeropuertos españoles es deficiente, en opinión del director general de Aeropuertos, Guillermo D'Aubarede. Esa es la razón que ha movido a sacar a concurso público la contratación del mantenimiento y servicio de los pasajeros y aviones en los aeropuertos, que ha enfrentado a Iberia con Aviación Civil. La contratación no se hará aeropuerto por aeropuerto, sino en dos bloques: uno, que comprende todos los aeropuertos españoles, y otro, paralelo, para los diez de mayor movimiento.

El nuevo contrato, debido a sus exigencias, obligará a Iberia a aumentar puestos de trabajo y producirá unos mil puestos de trabajo y una inversión de 1.500 millones de pesetas a la otra empresa que podrá funcionar en paralelo en esos diez aeropuertos. De cualquier forma, al haber presentado Iberia un recurso de alzada, la decisión final queda en manos del nuevo ministro de Transportes.El handling consiste en todos los servicios al pasajero en los aeropuertos, desde la facturación del billete y del equipaje en los mostradores hasta la recogida de las maletas del avión y el traslado hasta las cintas, pasando por el transporte de los pasajeros en autobús por la pista hasta el avión, el de sus maletas, y la limpieza y la carga del combustible de los aviones. No es, por tanto, un servicio exclusivo a los aviones, sino, fundamentalmente, a los pasajeros.

La deficiencia en esos servicios -los retrasos en las entregas de las maletas, la demora en las descargas de los aviones y el transporte de los pasajeros en autobuses viejos e incómodos, entre otras cosas-, que hasta ahora daba Iberia en los aeropuertos es lo que ha movido a la Subsecretaría de Aviación Civil a sacar a concurso público el handling de los aeropuertos. El contrato, de condiciones duras pero no inalcanzables, prevé multas para los retrasos en las entregas de las maletas y en las facturaciones de los vuelos (para Aviación Civil, son inaceptables las colas que se producen muchas veces frente a los mostradores de facturación).

Nuevo concurso

Hasta ahora esos servicios los tenía monopolizados Iberia, situación que no se produce en ninguno de los países desarrollados. Con un número anual de 225.000 vuelos y una facturación media por el handling de cada avión de 150.000 pesetas -mientras a los aviones pequeños Iberia les cobra unas 70.000 pesetas, los grandes, como los Jumbo, tienen que pagar casi medio millón-, la factura total por este concepto supone a Iberia unos 32.000 millones de pesetas. Teniendo en cuenta que para realizar este tipo de operaciones la compañía aérea cuenta con unos 9.000 trabajadores -buena parte de los cuales son maleteros y limpiadoras- entre fijos y eventuales, con una facturación superior a tres millones de pesetas por persona, en opinión de la Subsecretaría de Aviación Civil resulta difícil pensar que el servicio no sea rentable, aunque tengan que amortizarse las inversiones realizadas que, según fuentes de Iberia, ascienden a 15.000 millones de pesetas.En el caso de un aeropuerto como el de Sevilla -considerado como uno de los no rentables-, se producen unos 10.000 vuelos anuales, con otras tantas operaciones de handling, y una facturación de unos 1.500 millones de pesetas por este concepto.

En el nuevo concurso se forman dos bloques. El primero, compuesto por todos los aeropuertos nacionales sin excepción. A ése, lógicamente, Iberia será la única con capacidad para presentarse. El segundo bloque agrupa a los seis aeropuertos insulares, más los de Madrid, Barcelona, Málaga y Alicante. En éstos Iberia tendrá la competencia de una única empresa que realice este servicio en bloque a los diez aeropuertos. De esta forma, Iberia, que controla aproximadamente el 90% de todo el servicio que se da en los aeropuertos españoles -algunas compañías se autoabastecen-, perderá entre un 10% y un 15% de su facturación.

El corto espacio inicialmente previsto entre la aparición en el Boletín Oficial del Estado y la apertura de las plicas de los concursantes -veinte días, posteriormente ampliado hasta el próximo día 29 de diciembre- se debió al interés por parte de Aviación Civil de que la nueva compañía opere a pleno rendimiento antes de la llegada del aluvión turístico.

Por su parte, la compañía aérea aduce que no se han cumplido los plazos reglamentarios estipulados en el contrato todavía en vigor, lo que invalida este nuevo concurso público. El actual contrato, firmado el 17 de febrero de 1975, tiene una vigencia de ocho años, por lo que concluirá el próximo 17 de febrero de 1983. Una de sus cláusulas especifica que el anuncio de rescisión del mismo tendrá que hacerse con seis meses de anticipación. Con fecha del pasado 3 de marzo, el director general de Aeropuertos envió un oficio a Iberia, notificándole su intención de sacar a concurso público este servicio, que fue contestado por la compañía casi seis meses más tarde. Mientras Iberia sostiene que el contrato de 1975 entraba en vigor con carácter retroactivo el día 1 de enero de 1974, y que su finalización, por tanto, habría sido el pasado día 1 de enero de 1982 -por lo que habría que considerarlo tácitamente prorrogado por otros ocho años-, fuentes de la asesoría jurídica de la Subsecretaría de Aviación Civil no lo entienden así.

De cualquier forma, Iberia presentó la pasada semana un recurso de alzada. Así, la decisión final sobre si el concurso público es válido o no corresponderá al nuevo ministro de Transportes.