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'Progresos marginales' en la conferencia ministerial del GATT

La conferencia ministerial del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio) realizó ayer sólo progresos marginales en las negociaciones en curso para llegar a un acuerdo global que permita detener la tendencia proteccionista en el comercio mundial. Un alto funcionario norteamericano declaró que existe un 50% de posibilidades de llegar al obligado consenso que necesitan los acuerdos del GATT. Por su lado, un portavoz comunitario insistió en que los países firmantes del GATT no pueden adoptar decisiones que perjudiquen a la Comunidad Económica Europea.

La segunda jornada de la conferencia ministerial del GATT concluía anoche con una cena privada entre el representante norteamericano, William Brock, y un grupo reducido de ministros de Comercio de los países miembros de la CEE. Esta cena se consideraba como decisiva para romper el punto muerto en que se encuentran las negociaciones comerciales. A ella acudía la CEE después de celebrar un Consejo de Ministros en la misma sala donde se celebra la conferencia del CRATT, en el que se ratificó la postura conjunta que los diez adoptaron el pasado lunes en Bruselas. La CEE celebrará esta tarde un nuevo Consejo Ministerial en Ginebra.Con anterioridad al comienzo de ambas reuniones, tanto los portavoces norteamericanos como los europeos reconocieron el marginal progreso que se ha obtenido en las dos primeras jornadas de esta sesión ministerial del GATT. El pesimismo reinaba anoche en el centro de conferencias internacional de Ginebra y se daba por seguro que, de alcanzarse algún acuerdo antes del sábado sólo hablará de la necesidad de disfrazar con palabras de buena voluntad la ausencia de unos compromisos reales y efectivos.

Punto por punto, el enfrentamiento que se produce entre Estados Unidos y Europa, entre sí, y el de éstos con el tercer mundo, se centraba en los siguientes puntos del documento final que se trata de aprobar:

- Declaración política contra el proteccionismo. La CEE opina que de nada sirven las palabras que no están sustentadas por hechos reales. Hablar por hablar contra el proteccionismo cuando todos recurren a él (ejemplo, Estados Unidos con el acero) es inútil. Estados Unidos opina que de Ginebra tiene que salir un nuevo espíritu en favor del libre cambio.

- Salvaguardias (posibilidad de suspender unilateralmente algunas de las normas del GATT en un momento dado). Estados Unidos, sin querer anularlas, pretende que sean transparentes y acepta, incluso, que sean selectivas a un determinado país o grupo de países. Pero quiere un sistema de compensación al país perjudicado, que la CEE considera de difícil negociación.

- Agricultura. La CEE mantiene que este tema es tabú y considera que cualquier negociación al respecto es inaceptable, especialmente en lo que se refiere a los subsidios a la exportación agrícola. No acepta, siquiera, la creación de un comité de estudio que persiga, a corto o medio plazo, como desea Washington, su desaparición. Para la CEE, los subsidios son un hecho de la vida que ya fueron aceptados por el GATT durante las negociaciones conocidas como la Tokio round (Ronda Tokio).

- Servicios. Estados Unidos y la CEE estiman que se puede hablar al respecto y llegar a acuerdos. Pero Francia, que difiere profundamente de algunos de sus colegas comunitarios en este punto, en la mayoría de los países firmantes del GATT (incluida España) rechaza que este problema del comercio de servicios se incluya dentro del sistema GATT. Este punto de servicios incluye el libre movimiento de capitales, banca y entidades financieras, inversiones, tecnología, etcétera.

- Resolución de disputas. La CEE no quiere más funciones para el GATT que las que ya tiene. No se trata de ampliar el GATT, sino de hacerlo funcionar y de que se cumplan sus normas.

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