El Gobierno británico intentará privatizar la British Telecom

El Gobierno británico se propone privatizar la compañía telefónica nacional (British Telecom) tras las próximas elecciones generales, si las gana. El ministro de Industria, Patrick Jenkin, prometió una protección especial para los servicios de emergencia, las cabinas telefónicas y los servicios en las zonas rurales.El nuevo proyecto de ley fue publicado el viernes, y Jenkin convocó una conferencia de Prensa en la que explicó que British Telecom quedará transformada en una sociedad limitada pública, con un 51% de las acciones en manos del público. De aprobarse el proyecto de ley, British Telecom se vería obligada a competir con otras empresas privadas en términos de igualdad.

"El actual privilegio exclusivo de British Telecom en la gestión de los sistemas de telecomunicaciones sería cosa del pasado", declaró Jenkin. Las empresas privadas podrían competir para proporcionar servicios y aparatos telefónicos, de lo que el ministro espera un gran crecimiento en esta industria. La desnacionalización, en su opinión, sería ventajosa para la industria y para los consumidores, según esta versión.

El ministro indicó que la nueva empresa podría financiar sus inversiones a través de préstamos en vez de, como en la actualidad, a través de los ingresos diarios para el detrimento del consumidor. Tras una reciente decisión de British Telecom, el Reino Unido se convertirá, a partir de enero, en el primer país de Europa occidental que no aceptará las tarjetas internacionales de télex.

Jenkin anunció, asimismo, la creación de un nuevo organismo -la Oficina de Telecomunicaciones (OFTEL)- para regular y supervisar la competencia en este campo. Estos planes de privatización han sido ya duramente criticados por los sindicatos.

Brian Stanley, secretario general del sindicato de Correos, calificó el proyecto de ley de "completamente innecesario" y se mostró dispuesto a combatirlo, "fuera y dentro del Parlamento". De hecho, las especulaciones sobre este proyecto de ley llevaron a una huelga de un día en estos servicios el mes pasado. Los planes de privatización del Gobierno no se muestran tan financieramente productivos como se esperaba.

No tan productivo

El viernes, al cierre del plazo para la compra de las acciones de Britoil -la empresa privatizada de exploración y producción de petróleo en el mar del Norte-, tan sólo la mitad de ellas habían sido vendidas al público.El Gobierno puso a la venta un 51% de las acciones de Britoil, es decir, 255 millones de ellas, a 2,15 libras (430 pesetas) la unidad.

Los seis bancos británicos que se habían asegurado la venta de estas acciones se quedaron horrorizados, con la mitad de ellas en sus manos, pues se habían comprometido a quedarse con la parte de los 550 millones de libras (110.000 millones de pesetas) no vendida.

Los analistas atribuyen esta situación, de lo que se esperaba sería la desnacionalización del siglo, al mal estado del mercado de petróleo en el mundo, dominado por una tendencia a la baja.