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La Administración cede a la iniciativa privada el tratamiento de la insuficiencia renal, según varios expertos

La ausencia de una planificación por parte de la Administración y su permisividad en dejar en manos de la iniciativa privada el establecimiento de la oferta ante la demanda generada en España en torno a este problema constituyen la base de las causas que han motivado el estancamiento de la política de trasplantes y la escasa atención a la diálisis domiciliaria, según concluyeron los participantes en un coloquio celebrado en Madrid el lunes. La asociación ALCER ha informado que el día 10 de junio de 1983 se celebrará por primera vez en todos los países europeos el Día del Donante, según un acuerdo de la Confederación Europea de Asociaciones de Pacientes con Insuficiencia Renal (CEAPIR), reunida en Jesolo, Italia.

La celebración de un día del donante se ha desarrollado ya por tres años consecutivos en España, promovida por la asociación Alcer, integrada en Ceapir. El acuerdo de establecer un día común -el 10 de junio- en toda Europa para llamar a la donación de riñones pretende, asimismo, fomentar la donación de otros órganos o tejidos para su posterior trasplante.En España existen 7.004 enfermos renales que precisan asistencia de diálisis periódica, según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo. Y mueren al año 8.000 personas por insuficiencia renal, según el II Congreso de la Sociedad Española de Diálisis y Trasplante, celebrado en junio de 1980. El costo anual de cada enfermo en programa de diálisis es de unos 2,4 millones de pesetas, lo que arroja un coste anual aproximado a los 18.000 millones de pesetas, que principalmente pesan sobre la Seguridad Social. El trasplante se presenta como una de las soluciones más definitivas, tanto en cuanto a la rehabilitación del paciente como a la eliminación de gravosos costos que, en países como el Reino Unido, ha llevado a limitar la edad de dialización.

Datos oficiales cifran en 379 los trasplantes renales realizados en 1981. Esta cifra, que sitúa a España por encima de la media europea, se justifica, sin embargo, por la entrada en programa de muchos hospitales nuevos desde 1980, mientras que se ha observado una estabilidad o estancamiento en los hospitales que vienen trasplantando con anterioridad.

Carlos Romeo Casabona, secretario general de Alcer y presidente de la Ceapir, ha calificado de infrautilizada la ley de Trasplantes, promulgada en octubre de 1979.

La Comisión Asesora de Trasplantes de Organos, creada en agosto de 1980 y que inició su trabajo en febrero de 1981, creó varios grupos de trabajo, entre ellos el encargado de realizar campañas y, entre éstas, las de donación de órganos.

Las asociaciones españolas de enfermos del riñón señalan el esfuerzo personal de los equipos de nefrología "mediante sacrificios y sin apenas incentivos económicos" para la realización de trasplantes.

Una fuerte denuncia del PSOE hecha pública durante el pasado mes de abril puso de relieve el estancamiento en la política de trasplantes, así como el excesivo y descoordinado aumento de la diálisis hospitalaria y extrahospitalaria (principal mente en centros privados) y el poco auge de la diálisis en domicilio.

Entre otras respuestas de sectores privados y profesionales el Insitututo Nacional de la Salud pasó a elaborar un plan de Diálisis y Trasplante, en el que se reflejaron algunas de las medidas propuestas por el PSOE y, principalmente, se plasmó un plan nacional propuesto, y desoído por la Administración, años antes por la Sociedad Española de Nefrología.

El mencionado plan señala que "el trasplante es el único tratamiento definitivo de la insuficiencia renal terminal", y añade que "actualmente, un 35% de los nuevos pacientes que se producen al año son susceptibles de trasplante, pero sólo se trasplantan unos diez enfermos por millón, lo que supone solamente un 20% de los enfermos nuevos".

En un debate organizado por la Asociación para la defensa de la Sanidad Pública Ortuño puso de relieve el resultado positivo del rendimiento del Piramidón en la asistencia nefrológica, así como el hecho de que la mayoría de los enfermos renales a los que se ha entrenado en este centro sanitario para cambiar la diálisis hospitalaria por la domiciliaria ha seguido el proceso durante los tres últimos años sin problemas.

Ausencia de planificación y oferta privada

Hernando explicó la experiencia de las unidades satélites, situación intermedia entre el hospital, de donde dependen, y del domicilio particular del enfermo. También se señaló la extrañeza de que no se hayan impulsado más. Conde dio a conocer los resultados en Toledo del tratamiento por un sistema relativamente nuevo, la diálisis permanente por catéter, que presenta ventajas económicas, pero no suficientemente evaluada. Llamazares analizó los problemas del trasplante, señalando que éstos, hoy día, de donde menos provienen es del campo quirúrgico, pues la técnica apenas ofrece riesgos, sino, más bien, de aspectos legales o de relación entre los centros de extracción y los de trasplante. Del Río pormenorizó la situación a la que se enfrenta la Generalidad. Indicó que ésta se caracteriza por el hecho de que la mayor parte de los enfermos se dializan en centros privados.

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