Piden 130 años de prisión para seis militantes anarquistas

Seis militantes anarquistas, pertenecientes a un comando autónomo, comparecieron ayer ante la seccion segunda de la Audiencia Nacional, procesados por siete delitos diferentes, cometidos a lo largo de 1979, y entre los que destaca la construcción de un túnel en Valencia y otro en Barcelona, a través de los cuales tenían pensado llegar hasta las cárceles de las respectivas ciudades y procurar la fuga de reclusos.Por todos estos hechos el ministerio Fiscal solicitó ayer para los acusados una pena total de 130 años de prisión, y más de diez millones de pesetas de indemnización, de los que seis corresponden al Ayuntamiento de Barcelona y 253.000 pesetas al de Valencia.

La acción más espectacular de este comando autónomo fue perpetrada en octubre de 1979, cuando cuatro miembros del grupo comenzaron a excavar un túnel en la calle Vilamarí de Barcelona, a unos quinientos metros de la cárcel Modelo, con la intención de procurar la evasión de los reclusos. En un principio se pensó que el túnel, que fue descubierto un día antes de que se celebrara el referendum del Estatuto vasco y catalán, había sido construido para colocar unas cargas explosivas en los cimientos de unas viviendas ocupadas por militares. Las primeras investigaciones policiales se dirigieron hacia un presunto comando de ETA, e incluso se hizo pública una nota oficial en la que se identificaban algunos de los miembros del supuesto comando etarra.

Sin embargo, meses después de establecida esta hipótesis, la policía empezó a trazar un paralelismo entre el túnel de Barcelona y el descubierto nueve meses antes cerca de la prisión de Valencia. En aquella ocasión, enero de 1979, la policía había detenido a cuatro militantes anarquistas, que estaban en plena tarea, excavando un túnel en la margen izquierda del Turia, con la intención de salvar el río, atravesar una calle, después una plaza y llegar hasta el muro de la cárcel de hombres de la ciudad. Era una obra que habían proyectado realizarla en cuatro meses. El proyecto había sido abortado por la policía y los cuatro detenidos habían pasado a disposición de la Audiencia Territorial de la ciudad.

Algunos días después de que la policía estableciera un paralelismo entre los responsables del túnel de Valencia y el de Barcelona, y cuando se había empezado ya a trabajar en esta hipótesis se produjo otro espectacular incidente, que tuvo como escenario el hospital provincial de Valencia. El 17 de noviembre de 1979, cuando un preso común era conducido a una de las secciones del hospital, dos miembros del comando ácrata intentaron liberarle. La acción provocó un tiroteo y el consiguiente pánico entre los enfermos, algunos de los cuales abandonaron la cama y sus habitaciones. Los dos miembros del comando, heridos de gravedad, fueron detenidos.