Secuestran en Zumárraga al industrial Saturnino Orbegozo

El industrial guipuzcoano Saturnino Orbegozo, de 69 años de edad, fue secuestrado a mediodía de ayer en Zumárraga cuando, a la salida de misa, dos jóvenes abordaron su coche, se subieron a él y le obligaron a abandonar el asiento del conductor. Desde ese momento, la familia no ha vuelto a tener noticias suyas. Según informó un hijo del secuestrado, Saturnino Orbegozo había recibido cinco años atrás cartas de ETA exigiendo el pago del impuesto revolucionario. Los partidos y sindicatos de la zona de Zumárraga, con excepción de Herri Batasuna, difundieron anoche un comunicado conjunto en el que condenan el secuestro.

Saturnino Orbegozo Eizaguirre es el presidente del Consejo de Administración de la empresa Esteban Orbegozo, SA, fundada por su padre y dedicada a la fundición de aceros. Está casado con María Jesús Gaztañaga y tiene nueve hijos y once nietos. Sus cinco hijos varones trabajan en la misma empresa. Los domingos tiene la costumbre de desplazarse desde la localidad de Urretxu, donde reside, a la de Zumárraga, muy próxima, para allí oír misa y después trasladarse a la fábrica, situada en esta última localidad. A la salida del acto religioso se produjo el secuestro, llevado a cabo por dos jóvenes.Algunos testigos presenciales del hecho telefonearon al domicilio familiar del industrial para comunicar la noticia. Desde que se produjeron los hechos, la familia no ha vuelto a tener noticia alguna de Saturnino Orbegozo ni ha recibido comunicación de ningún tipo de los presuntos secuestradores. A última hora de la tarde, aún no se había producido denuncia oficial a la policía de la desaparición. Jaime Mayor Oreja, delegado del Gobierno en el País Vasco, visitó a la familia a media tarde.

Aunque a la hora de cerrar esta edición el secuestro no había sido reivindicado, son varias las razones que permiten suponer que la responsabilidad del secuestro corresponde a alguna de las ramas de ETA. Según confirmó uno de los hijos del secuestrado, Saturnino Orbegozo había recibido, hace unos cinco años, algunas cartas de ETA exigiendo el pago del impuesto revolucionario. La misma fuente señaló que nunca se accedió a esta exigencia.

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