Adiós a un moderno 'zar' que consiguió elevar a la Unión Soviética a la categoría de superpotencia
Leónidas llich Breznev, hijo de un obrero metalúrgico, nacido en Kamenskoye, Ucrania, el 19 de diciembre de 1906, ha sido el cuarto máximo dirigente desde la fundación de la URSS. Heredero de Unin, Stalin y Jruschov, que hizo de la dístensión una de sus políticas ftmdamentales, pero también de la represión contra cualquier brote de liberalismo en su país y en sus aliados sometidos a la doctrina que lleva su nombre: "la soberanía limitada". Hubiera sido impensable tan siquiera sospechmr que aquel tímido y pecoso muchacho a la sombra de los modernos complejos siderúrgicos consiguiera alcanzar la categoría de un moderno zar. La revolución cambiaría su vida, que hasta entonces era la de un estudiante mediocre con aspiraciones de llegar a ser ingeniero. Sus aspiraciones estuvieron a punto de ser truncadas por el fantasnia del hambre que asoló Ucrania a comienzo de los años veinte, lo que le obligó a abandonar la escuela. Su camino se rehízo gracias a un altruista ingeniero que creó una "escuela vocacional de metalurgia". En los años que van desde la enfermedad de Lenin hasta la consolidación del poder de Stalin, la biografía de Breznev aparece como contradictoria. Oficialmente, entre 1923 y 1927 estudió y realizó campañas políticas en el Instituto Técnico de Utilización de Tierras de Kurks.
Su primer cargo lo ejerció en Orsha, una ciudad ribereña del Dnieper. Allí conoció a quien sería su esposa, Viktoria Petrovna. De allí se trasladó a Sverdlov, donde fue elegido diputado provincial en 1929.En 1934 comenzó el terror para los miembros y no miembros del partido. Ucrania fue sacudida por las purgas, pero Breznev permaneció en su ptiesto, porque Nikita Jruschov noinbró jefe del Gobierno ucramano a Korochentko, un protector de Breznev. Leónidas fue uno de los 1.600 funcionario que ocuparon las vacantes de los depurados.
Fue el comienzo de las amista des políticas de Breznev, lo que se llamaría con el tiempo la "mafia del Dniéper". En Dniepropetrovsk, donde estaba destinado, era al calde Shchelokov, actual ministro del Interior. Allí conoció también al que durante años fue su "segundo" en el Kremlin: Andrei Kirilenko y al actual primer ministro, Nicolai Tijonov. Breznev trabajó en Dniepropetrovsk hasta 1941 en que fue sorprendido por el ataque alemán. Toda su labor de concentró entonces en trasladar hombres y equipos hacia los Urales.
León Trostki definió a los comisarios políticos como "unos nuevos samurais que saben morir y enseñar a los demás a morir por los intereses de la clase trabajadora". En 1941, Breznev es uno de estos samuraís, fanáticos y de importancia eqtiiparable a la de los oficiales. Tiene el grado de teniente coronel en el ejército del sur y finalizó la guerra como general.
Con la paz, Jruschov volvió a Ucrania y Breznev pensé que su etapa militar había acabado, pero no fue así. Stalin le destinó a la regíón de los Cárpatos, donde actuó con toda dureza para reprimir a "las guerrillas anti-soviéticas, y burguesas" contrarias a la presencia rusa en Moldavia y Bucovina. En 1946, Malenkov y Zhanov intentaron desplazar a Jruschov, susurrándole a Stalin que era "un peligro de nacionalismo ucraniano".
El "camarada K" reaccionó a tiempo y depuró a sus enemigos en Ucrania, cuyos cargos entregó a sus fieles entre ellos Breznev.
Todo su trabajo se centró en una reforma urbanística y agrícola, hasta que un día de 1950 recibió la llamada de Jruschov para trasladarse a Moscú. En la capital recibió el cargo de primer secretario de Moldavia. Fue esta una etapa oscura en su vida, controlando un territorio anti-ruso.
Stalin hacia el final de sus días y al comprobar el enfrentamiento entre Malenkov y Jruschov, quiso dar palo a las generaciones jóvenes, convocando el 19º congreso del PCUS. Breznev llegó pues a la capítal. Leyó su discurso, ingresé en el Comité Central y un día después, por decisión personal de Stalin, su nombre estaba en una lista de 25 personas que el dictador había nominado como suplentes para el Presidium (Politburó).
Después. del fallecimiento de Stalin la estrella de Breznev declinó, y hasta la consolidación de Jruschov no se le vuelve a ofrecer una oportunidad. Accede a la dirección del partido en Kazasjtán, como una prueba difícil a la que le somete Malenkov para la fertilización de las llamadas "tierras vírgenes". El éxito acompañó esta gestión y es recompensado en el 20º Congreso del PCUS con el cargo de miembro del Politburó.
Su misión es, a partir de entonces, la de llevar las relaciones con los PC hermanos ayudado por un nuevo adjunto, Yuri Andropov, recién llegado de Hungría. Pero el gozo es escaso y en 1957 entra en la escena soviética Kozlov en disputa abierta con Jruschov. De la contienda saldría malparado Breznev que sería relegado al cargo honorífico de jefe del Estado en 1960. Kozlov no se había conformado con el simple alejamiento de Breznev y fue depurando a todos los íntimos colaboradores de Jruschov sustituyéndoles por los propios. Sin embargo, la suerte acompañó a al camarada K al morir repentinamente Kozlov, lo que le permitió retomar las riendas del poder en 1963 y así, Breznev fue reelegido secretario del PCUS.
Hoy se da por seguro que Jruschov preparaba en aquella etapa una purga entre sus rivales políticos, entre ellos Suslov, que será el motor de la conspiración palaciega (dvortsovy perevot). Breznev se encontraba de visita oficial en la RDA en las horas previas a la caída de Jruschov y Suslov le reclamó a Moscú. El primero, de vacaciones en Crimea, fue convocado urgentemente por el Politburó y el Comité Central recibió informaciones de los "errores subjetivistas de Jruschov". Suslov propuso como nuevo primer secretario al "tovarich Leonid I. Breznev". Unos primeros criterios liberales se barajaron entonces, pero desde el primer momento la dualidad Partido-Gobiemo se puso en evidencia y Breznev decidió que ciertas reformas económicas "no podían ir demasiado lejos".
El partido ganó al Gobiemo y una resolución del Comité Central del PCUS de 1965 modificó las lineas del primer ministro. Fueron los balbuceos de una nueva lucha por el poder que culminaría una década más tarde. Pero en el horizonte de Breznev se divisaban dos nuevos enemigos personales: Alexandr Chelepin y Podgorni. El primero perdió control en el aparato del partido y los clientes de Podgorni fueron depurados en Ucrania. El 23º Congreso del PCUS, meses después, afianzó a Breznev como líder indiscutible del Partido.
A partir de 1967 Breznev se encontró con un grave problema: la disidencia. Fue el año de los primeros procesos contra Yuri Daniel y Andrei Siniavski.
Fue el comienzo de la crisis checoslovaca. El dueño del Kremlin confió en Dubcek, a quien Moscú consideraba ruso por haber nacido en un territorio fronterizo que perteneció a Rusia. Pero esta confianza duró sólo hasta que Dubcek enterró el aparato estalinista de Novotni y sembró la intranquilidad en la URSS. El propio Dubcek también mantenía esa confianza y, tal vez por ello, cuando se le anunció la invasión en Praga comenzó a llorar y murmuró insistentemente para sí mismo: "No puede hacerme esto a mí. No puede".
El éxito de la operación fue anulado por el descrédito internacional que provocó y la consiguiente crisis con los partidos comunistas occidentales. Yugoslavia y Rumanía aumentaban sus distancias con Moscú.
Como secuelas de todo ello la guerra por el poder se hizo abierta en 1970 entre Breznev y Kosiguin, responsable de los desastres económicos. Breznev viaja a partir de entonces solo. Cayeron hombres del primer ministro y el secretario general se interfirió visiblemente en las tareas de gobierno.
Breznev murió entre los honores y cargos que ningún predecesor, ni siquiera Stalin, acumuló: los de jefe del Estado, jefe del PCUS, mariscal del Ejército Rojo y con mayoría de fieles en los altos organismos del poder. En los últimos años de su vida, Leónidas Ilich Breznev era sin duda el zar de la URSS.
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