Su último discurso
Acepté con gran satisfacción la invitación de Dimitri Ustinov de reunirme con los altos jefes de Iis fuerzas armadas. Estos encuentros son siempre útiles. Tanto más ahora, cuando la situación en el mundo es muy compleja.Toca a su fin el segundo año transcurrido desde el 26º Congreso de nuestro partido. Ha sido un período rico en grandes acontecimientos en el interior del país y en el ámbito internacional. La vida ha refrendado la justeza de las apreciaciones y conclusiones del congreso, la clarividencia de los acuerdos tomados en él. Cierto que surgen nuevas cuestiones que es preciso resolver sin tardanza.
Esto que decimos concierne también a la polítíca exterior. La Unión Soviética es el mayor Estado socialista, en el que todo el mundo se fija. Esto infunde a nuestra polítida exterior uri sentido y significación especiales. El 26º Congreso del PCUS marcó un amplio programa de lucha por la paz. Este programa responde al espíritu de los legados leninistas y se ha granjeado el reconocimiento generaI.
Nosotros, camaradas, vivimos en un tiempo nada simple. La situación internacional nos obliga a duplicar y triplicar los esfuerzos en la lucha, por el niantenimiento de la paz, por el alejamiento de la amenaza de una guerra nuclear pendiente sobre la humanidad. En esta lucha, debemos extender la interacción con todos los amigos de la paz en la Tierra. Y nosotros estamos obligados a fortalecer sín descanso la defensa del país y a mantener una vigilancia superlativa.
El Comité Central del partido ha señalado más de una vez en los últimos tiempos que la situación internacional continúa complicándose. Los Círculos gobernantes de Estados Unidos han desplegado una ofensiva política, ideológica y económica contra el socialismo y elevado a un nivel sin igual la intensidad de sus preparativos milítares.
En Europa se realizá el trabajo, práctico necesario para desplegar medios nucleares de alcance medio norteamericanos en países de la OTAN.
La agresión de Israel a Líbano hay que considerarla también como secuela del rumbo político emprendido por los norteamericanos. Está claro que, al fin y a la postre, eso es obra de manos norteamericanas. Sumamente compleja se hace la situación en una serie de regiones de Africa, Asia y América Central. Y la causa es la misma: el intento de imponer el diktat norteamericano.
Las masas populares de todos los continentes protestan airadamente contra la política agresiva de Washington, política que amenaza con empujar el mundo a las llamas de una guerra nuclear. El aventurerismo, la grosería y el egoísmo sin disimulo de esa política promueven creciente indignación en numerosos países, incluidos tambíén aliados de EE UU.
Así las cosas, tiene suma importancia, ciertamente, cómo vayan a ser nuestras relaciones con otros países. No escasa significación tienen nuestras relaciones con China. Nosotros queremos sinceramente normalizar las relaciones con ese país y hacemos todo lo que depende de nosotros en esta dirección. En Pekín dicen tambíén ahora que esta normalización es deseable. Por el momento no se ven cambios deprincipios en la política exterior de la República Popular China.
Dos líneas chocan hoy día en la política mundial.
La línea de EE UU y de los que le siguen: profundización de la tirantez y agravación al máximo de la situación. Ellos sueñan con aislar políticamente y debilitar económicamente a la URSS y a sus amigos. Ellos han desplegado una carrera insólita de los armamentos, especialmente de los nucleares, y tratan de lograr tener superioridad militar. Al emprender este camino, el imperialismo lo que hace es jugar de forma irresponsable con la suerte de los pueblos.
Nuestra línea es la de la distensión y el fortalecimiento de la seguridad internacional. Nosotros no nos apartaremos de ella, incrementaremos nuestros esfuerzos y retendremos la iniciativa en los asuntos internacionales.
Ustedes saben que en política no sólo hacen falta palabras. La política es eficiente cuando descansa en el poderío económico y militar real del Estado, en el respaldo sin restricciones del pueblo, en la sólida amistad y la alianza combativa con los amigos y aliados. Todo esto lo tenemos nosotros. Y en esta dirección. trabajamos sin desmayo.
De nuestras tareas internas: nuestra patria marcha hacia el 60º aniversario de la URSS en el florecimiento de su poderío.
Está a la vista el progreso económico y social del país. La industria trabaja a buen ritmo. Ella es capaz de crear todo lo necesario, apoyándose casi totalmente en su propia base nacional de materias primas.
Cierto que no todo va como la seda, que tenemos dificultades y deficiencias. Continúan siendo puntos difíciles los del metal, combustible y transportes. Nuestros administradores tienen que trabajar aún seriamente en la eliminación de esas deficiencias. Mejora lentamente la situación en la esfera de la construcción de obras básicas, aunque las medidas adoptadas en el último tiempo dan ya resultados.
En el campo se realiza un gran trabajo para, en el futuro, poder prescindir de las compras de grano en el extranjero y cubrir totalmente la creciente demanda pública. Nosotros damos una importancia excepcional al programa de la alimentación aprobado por el pleno de mayo del CC.
Camaradas: Dimitri Ustinov me informa continuamente del estado de nuestras fuerzas armadas. Y yo mismo, por el cargo que desempeño, como suele decirse, me ocupo constantemente de las cuestiones del fortalecimiento del Ejército y la Marina. Y sé cómo van sus cosas.
Ustedes trabajan intensamente. Los resultados del año refrendan que en la formación militar y en la preparación de las fuerzas armadas se han tenido éxitos indudables. Se llevaron a cabo grandes medidas operativas, técnicas y organizativas, que elevaron el potencial militar del Ejército y de la Marina de Guerra. Señalo con satisfacción los resultados positivos de las grandes maniobras de los últimos años, partiendo de cuyos resultados se han sacado importantes conclusiones para el futuro. Nuestro pueblo quiere a sus fuerzas armadas y está seguro de su disposición permanente a defender la patria socialista. El valora la valentía y la abnegación en el cumplimiento de su deber militar.
Todos ven que las fuerzas armadas soviéticas son un potente factor de paz y seguridad, un medio seguro para contener a las fuerzas agresivas. Y el pueblo no escatima nada para que estén siempre a la altura de su misión. Nosotros equipamos a las fuerzas armadas con las armas y material de guerra más moderno que cabe. El CC del partido toma medidas para que no les falte de nada. Y las fuerzas armadas deben ser siempre dignas de este desvelo.
Los tiempos que hoy corren son tales que el nivel de la preparación militar del Ejército y la Marina de Guerra debe ser más alto aún. Al perfeccionamiento de la preparación militar hay que dedicarse permanentemente, con un espíritu excepcional de responsabilidad, partiendo de las crecientes necesidades. Así, ninguna eventualidad podrá pillarnos desprevenidos.
Es preciso saber obrar tomando en consideración los últimos adelantos de la ciencia y el arte militares. Es importante bregar tesoneramente por el logro de resultados positivos en la formación militar y, dentro de esto, se debe poner especial atención en la dirección de las tropas.
Extraordinaria importancia tiene dominar magistralmente las armas, saber aprovechar íntegramente sus posibilidades en combate.
El Ejército soviético está obligado a mantenerse a la altura debida en todos las cuestiones: en armamento, estructura y métodos de preparación. Debe estar en disposición de cumplir las misiones modernas. Y ustedes, camaradas, responden de ello.
Debemos hablar en particular del fortalecimiento sucesivo de la base material de las fuerzas armadas. La lucha en el terreno técnico-militar se ha agudizado fuertemente y con frecuencia toma un carácter nuevo de principio. Es inadmisible atrasarse en esta esfera.
Nosotros esperamos que nuestros científicos, diseñadores, ingenieros y técnicos hagan todo lo posible para que se cumplan con éxito todas las tareas vinculadas a ello.
Como es natural, debe reforzarse la labor político-partidaria de educación del personal. La alta moral fue siempre el arma más poderosa de nuestro Ejército. Y esto es justo, todavía en mayor medida, hoy día.
El desvelo por el soldado y el oficial, por las condiciones de vida de las tropas ha estado invariablemente, y sigue estando hoy, en el centro de la atención de nuestro partido y del Estado soviético. También en adelante debemos ver en esta tarea una de las principales.
El Comité Central del partido está seguro, camaradas, de que las misiones confiadas a nuestras fuerzas armadas, serán cumplidas firmemente. Prendas de esto que decimos son los cuadros de oficiales y políticos del Ejército y la Marina, forjados, altamente conscientes y fieles sin reservas a la patria, la alta cualificación y la rica experiencia de los miembros de la dirección colegiada del Ministerio de Defensa de la URSS, el funcionamiento preciso de todo el Ministerio, cuyo timón de dirección se encuentra en las manos seguras del fiel hijo del partido leninista, del miembro del Buró Político del CC del PCUS, de nuestro amigo combativo y camarada, el mariscal de la Unión Soviética Dimitri Ustinov.
Camaradas: todos ustedes tienen por delante un gran trabajo, nuevas maniobras y marchas. Nosotros estamos seguros de que éstas constituirán otro notable paso en la preparación de las fuerzas armadas. En nombre del Comité Central del partido y en el mío propio, expreso la seguridad de que ustedes cumplirán con éxito las tareas que se les confían. En esto tienen asegurados el apoyo y ayuda constantes del CC.
Permítanme desearles nuevos éxitos en su importante labor militar".
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