La Armada norteamericana reconoce "algunos problemas técnicos" en el avión F-18A

La Armada norteamericana ha remitido un informe al Ministerio español de Defensa acerca del avión F-18A, en que admite haber descubierto "algunos problemas técnicos" en este aparato, aunque no pone en duda el valor del avión. El informe oficial de la Administración de los Estados Unidos ha sido difundido al día siguiente de que el periódico Washington Post publicara una información sobre deficiencias advertidas en el F-18A, y en vísperas de una decisión definitiva del Consejo de Ministros de España para la firma del precontrato sobre la adquisición de 84 aparatos de este tipo.

Según la información publicada por el citado diario, un mes después de que la Armada norteamericana aprobase un contrato de 1.140 millones de dólares (unos 130.000 millones de pesetas) para la compra de aviones de caza y ataque F-18, los pilotos de prueba realizaron un informe confidencial en el que llegaban a la conclusión de que este aparato "no era adecuado operacionalmente".La Marina de Estados Unidos anunció el 4 de octubre pasado que compraría 63 F-18, de la McDonnell Douglas, con motores fabricados por la General Electric, por un total de 22,5 millones de dólares (unos 25.000 millones de pesetas), en el marco de un plan general para adquirir un total de 1.366 aparatos que puedan volar a lo largo de la próxima década. Sin embargo, tras una evaluación operacional de cinco meses sobre las capacidades del F-18, sus pilotos de pruebas informaron de que no es adecuado como bombardero o como avión de ataque, y recomendaron su desaprobación para uso de la flota.

Alcance inadecuado

El principal problema del F-18, según el informe de los pilotos norteamericanos, consiste en que su alcance es inadecuado. Esto sólo podría resolverse, afirmaban, adquiriendo más aviones-nodriza de los que la Marina había planeado. Hasta que este problema se resolviera, el aparato tendría una eficacia limitada.Un portavoz de la Armada norteamericana, John F. Lehman, declaró el pasado miércoles que los 63 F-18 comprados este año estaban destinados a los portaviones pequeños y a los cuerpos de Infantería de Marina, y no se destinarían a los portaviones grandes, pero reconoció que se había vuelto a abrir el estudio de la utilización de los F-18 y los escuadrones mixtos de este y otros modelos. El portavoz dijo que era posible, pero no probable, la cancelación del programa de los F-18, puesto que los problemas advertidos pueden corregirse y además este avión ha cumplido los requisitos establecidos por la Marina.

El F-18, planeado para sustituir en Norteamérica al F-4 como caza y al A-7 como bombardero ligero, fue probado el año pasado y recibió el visto bueno en su misión como caza. Sin embargo, en las pruebas más recientes, los pilotos recomendaron que se rescindiese la aprobación, como consecuencia de los problemas con un paracaídas. En su papel como bombardero, los pilotos volaron en diferentes tipos de misiones y descubrieron que en todas ellas tenía deficiencias. El Washington Post menciona este ejemplo: un F-18, cargado con dos tanques externos de combustible, cuatro bombas, dos misiles en los extremos de las alas y munición, consiguió volar 370 millas hasta su objetivo y vuelta al punto de partida, comparado con las 608 millas que hizo un A-7 con la misma carga.

Para los pilotos que realizaron las pruebas, Ia sustitución del A-7 por el F-18 supondrá una reducción en la zona fuera del alcance del enemigo para el grupo de combate y/o una reducción en el material transportado sobre el objetivo, sin aumento mensurable en la precisión".

A su vez, al atacar objetivos en tierra, la utilización del F-18 puede obligar al uso de más misiones para alcanzar el objetivo previsto, o bien "aumentar la vulnerabilidad del grupo de combate operando con el grupo más cerca de tierra".

Informe a España

La Armada norteamericana reconoció que el radio de combate del F-18 sin repostar combustible queda por debajo de sus expectativas, pero afirmó que dicho aparato era superior al A-7 en todos los demás aspectos.Esta tesis de la Marina de Estados Unidos es la misma contenida en el informe enviado por dicho departamento al Ministerio español de Defensa. El texto correspondiente, facilitado ayer por fuentes oficiosas, dice que el F-18A fue concebido con el objeto de reducir los costes de mantenimiento, meta para la que "ha sido aceptada desde el principio la renuncia a ciertas capacidades, tanto en la misión de ataque como en la de combate".

Respecto a la evaluación de sus posibilidades como avión de ataque en operaciones desde portaviones, el informe dice que "aunque el avión cumplió la mayoría de las exigencias especificadas, su radio de combate sin repostar fue ligeramente inferior al esperado por la Marina de EE UU. Además, como es usual en aviones nuevos, se descubrieron algunos problemas técnicos que necesitarán corregirse".

"El radio de combate del avión", prosigue el informe, "depende del perfil del vuelo realizado, el peso del armamento transportado, la cantidad de combustible disponible y la forma en que se utilicen los motores y controles del avión. El radio puede, por supuesto, ser ampliado efectuando el abastecimiento en vuelo desde aviones cisterna del portaviones, como es usual en otros tipos de aviones. El F-18A es en todos los aspectos, excepto el radio de combate, claramente superior al A-7E, el avión de ataque que va a sustituir".

"En resumen, ninguno de los resultados de las nuevas pruebas ponen en duda el valor del avión adquirido hasta la fecha e incluido en los presupuestos de este año. La combinación del número de aviones F-14, F-18A y A-6 a adquirir en futuros presupuestos será cuidadosamente estudiada".

El subsecretario de Defensa, Eduardo Serra, ha declarado a EL PAIS que las deficiencias advertidas en Estados Unidos respecto a los F-18A constituyen un episodio más de la "guerra comercial de la Navy con la McDonnell Douglas, aunque se han pedido nuevos informes a dicha empresa. El precontrato que hoy puede autorizar el Consejo de Ministros supone el pago de ochocientos millones de pesetas a cuenta del precio global de los 84 aparatos.