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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Golpe en AIto Volta

ALTO VOLTA puede ser hoy el país más pobre del mundo, aunque algunos otros presentan datos suficientes para disputar este tristísímo puesto. Encerrado en el Africa occidental, sin salida al mar, rodeado por países étnicamente muy diferentes (aunque tenga en sí mismo un desgarramiento tal que la radio tiene que transmitir en quince lenguas diferentes y acudir al francés para que se entienda algo), metido de lleno en la gran zona de la sequía (el Sahel, de sueló árido y resquebrajado y de lluvias inexistentes durante años y años), apenas produce para alimentar mal a sus escasos siete millones de habitantes. Desde su independencia -en 1960- hay tres fuerzas principales en el país, que se acusan unas otras y, cuando pu eden, se destrozan mutuamente: los sindicatos, los políticos y los militares. Los sindicatos están acusados de. mantener unas reivindicaciones salariales imposibles de cumplir y una agitación y unas huelgas que aumentan la pobreza del país; los políticos, de corrupción permanente, que roban lo que pueden de los escasísirnos recursos -el manganeso del Norte- y se llevan los capitales al extranjero; los militares, de formar bandas feudales golpistas que se atacan entre sí mientras reprimen a los civiles con una dureza increíble.Una de estas bandas sería la que ha tomado ahora el poder, derribando al coronel Saye Zerbo, que lo asaltó el 25 de noviembre de 1980 (basándose para su asalto en una oposición entre el Gobiemo y los huelguistas). No es fácil identificarla con los términos ideológicos corrientes en el mundo ni adscribirla a los términos de enfrentamiento entre el Este y el Oeste: probablemente es una simple fuerza en sí misma, una mera ambición de poder. No hay que prestar por ahora ninguna credibilidad a sus primeras declaraciones, según las cuales su intento era el de restaurar la democracia que se instauró con la independenci.a en torno a Mauricio Yameago, una democracia que ya era de partido único. La posibilidad de que el Quai d'Orsay tenga alguna relación con el asunto no es remota: a Francia le interesa hasta cierto punto la explotación del manganeso y la presencia en esa zona del Africa occidental, aunque le cueste un buen dinero en ayuda (el presupuesto del país depende en un 50% de la ayuda exterior; la mayor parte de esa ayuda llega de Francia). Tampoco está claro todavía el desenlace. El Consejo Provisional de¡ Pueblo, que al intentar tomar el poder se ha dado a sí mismo ese nombre equívoco y siempre sospechoso (el del régimen anterior era el de Comité Militar de Saneamiento para el Progreso Nacional), mantiene cerradas las fronteras y las comunicaciones principales.

Algunos datos sin embargo permiten suponer que el coronel Zerbo ha sido víctima de la alianza de jóvenes oficiales con los sindicatos, a los que se había prohibido por el anterior régimen toda actividad, suspendiendo el derecho de huelga y limitando además las alzas salariales. Esta alianza con los sindicatos no significaría necesariamente el retorno de la democracia. Los dirigentes de la oposición no han sido liberados y se anuncia por las nuevas autoridades un período transitorio que se ignora adonde llevará. La sobreabundancia de regímenes miliatres en la zona, y la presión de las grandes potencias, lo mismo que el espantoso subdesarrollo que padecen aquellos países, hace en cualquier caso necesaria la suposición de que los golpistas tienen ayuda exterior, y que no es tanto el futuro de los habitantes de Alto Volta como los intereses de los padrinos de los rebeldes lo que anda en juego en este golpe militar que ha costado ya varias vidas.

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