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Graves inundaciones 19 días después del desastre de Levante

Amplias zonas han quedado devastadas y aisladas a causa de las torrenciales lluvias registradas en casi toda Cataluña

Las torrenciales lluvias caídas sobre Cataluña durante la jornada del domingo y primeras horas de la madrugada de ayer provocaron graves riadas e inundaciones en amplias zonas del Principado. A consecuencia de las mismas ocho personas resultaron muertas y otras cinco desaparecidas. Uno de los muertos es un soldado que montaba guardia en el pantalán de la central térmica del río Besòs, en Sant Adrià (Barcelona). El resto de las víctimas se registró en los pueblos de la provincia de Lérida que resultaron afectados por la riada producida como consecuencia de la crecida del río Segre.

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8 muertos y 5 desaparecidos, primer balance

Las zonas más afectadas fueron, en Lérida, las comarcas de La Noguera, Segrià, Pallars Jussà y Pallars Subirà y, en Gerona, el Ripollès y la Cerdanya. En Barcelona provincia, la zona más castigada por las aguas fue la cuenca del Llobregat, en las comarcas del Berguedà y Bages, y el cinturón industrial de Barcelona, principalmente el Baix llobregat y el Barcelonès. Se estima que en puntos concretos la lluvia caída superó los seiscientos litros por metro cuadrado.La crecida irregular del cauce de los principales ríos catalanes tuvo como consecuencia directa un espectacular aumento de las aguas embalsadas. La Confederación Hidrográfica del Ebro informó anoche que a las ocho de la mañana de ayer se decidió aliviar el agua que afluía al pantano de San Lorenzo, a seis kilómetros de Balaguer. Ello produjo un caudal de 3.000 a 3.200 metros cúbicos por segundo. El embalse de San Lorenzo venía alimentado por el agua de los pantanos de Camarasa y Oliana. La consecuencia inmediata de la riada fue el desbordamiento del Segre en varios puntos, anegando amplias zonas. Igualmente se produjo el aliviamiento del embalse de Ribarroja, que recoge aguas del Ebro, del Segre y del Cinca. Este último río, a su paso por Fraga, llevaba un caudal de alrededor de 4.000 metros por segundo.

En cuanto al río Llobregat, los responsables de la Confederación Hidrográfica del Pirineo Oriental procedieron a abrir, como medida preventiva, las compuertas de los embalses de La Baells, al norte de Berga, y Sant Pong, cerca de Solsona. La consecuencia inmediata fue una desmesurada crecida del caudal del Llobregat, que en pocas horas pasó de llevar seis metros cúbicos de agua por segundo a un caudal estimado no inferior a los 1.500 metros por segundo. El río se desbordó en numerosos puntos provocando inundaciones, especialmente graves en sus tramos finales, entre Martorell y la desembocadura, en El Prat de Llobregat. Según manifestó el encargado de la presa de la Baells a un redactor de este diario, las aguas superaron en 1,41 metros la cota máxima del embalse. Desde las 17,30 del domingo hasta las 22,30 fueron aliviando, abriendo y cerrando aforos, el agua que llegaba al pantano, reteniendo por este sistema más de cuarenta millones de litros de agua.

Datos facilitados anoche por la Sección de Aforos de la Comisaría de Aguas del Pirineo Oriental señalaban que una avenida del río Llobregat como la de las últimas 48 horas sólo se produce con una frecuencia de cada veinte años. Estadísticamente sólo se produce una sola avenida al año de unos trescientos metros cúbicos por segundo. En lo referente a la cuenca del río Ter, también dependiente de esta Comisaría, la subida afectó río arriba de las presas de Sau y Susqueda. Las riadas se cebaron en la zona de Ripoll, Campdevànol y Ribes de Fresser. En estas localidades hubieron de ser desalojadas varias viviendas y las industrias sufrieron cuantiosos daños que aun no es posible estimar.

Las comunicaciones por carretera y ferrocarril quedaron cortadas desde primeras horas de la mañana en numerosos puntos. Desde los primeros momentos fueron movilizadas fuerzas de la Seguridad del Estado -Policía Nacional y Guardia Civil- y servicios de Protección Civil. La Capitanía General de la Cuarta Región Militar (Cataluña) dispuso que varias unidades del Ejército participaran en las operaciones de salvamento de los numerosos pueblos que quedaron aislados. En estas tareas participaron helicópteros de la Generalitat de Cataluña y del Ejército. En varios puntos no pudieron actuar, como en la localidad de La Pobla de Lillet, a causa del mal tiempo.

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La situación anoche era preocupante en los pueblos y ciudades ubicadas en la cuenca del Llobregat, a la altura de Berga. En la localidad de Gironella se habilitó una sala de fiestas y un cine para acoger a los vecinos de un edificio de cinco plantas cuyos cimientos quedaron descalzados como consecuencia de la riada.

Tanto en las localidades del cinturón industrial de Barcelona como en la cuenca del Llobregat, numerosas empresas resultaron con los sótanos inundados y en algunos casos con mercancías perdidas y maquinaria inutilizada. Las pérdidas son elevadas, del orden de varios cientos de millones de pesetas.

Anoche la situación, según la Generalitat de Cataluña y el Gobierno Civil, tendía a normalizarse. A pesar de ello, continuaba la situación de aislamiento en varias zonas. El fluido eléctrico y el servicio telefónico continuaba cortado en un alto porcentaje de pueblos de la provincia de Lérida.

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