La nueva Constitución turca propiciada por los militares supone importantes Iimitaciones a las libertades básicas
La nueva Constitución turca, que será sometida hoy a un plebiscito popular, contiene importantes limitaciones de las libertades básicas y otorga tales poderes al presidente de la República que la oposición al régimen militar habla de "un retorno a la época del sultanato".
Si, como se espera, la Constitución es refrendada por amplia mayoría, el general Kenan Evren, líder del golpe de Estado de septiembre de 1980, será nombrado automáticamente presidente de la República por un período de siete años. Así lo dispone uno de los artículos transitorios añadidos al proyecto de texto constitucional por el Consejo Nacional de Seguridad, formado por los comandantes en jefe de las fuerzas armadas y que actúa como una especie de Senado.La nueva ley fundamental ha sido redactada, a lo largo de un año, por una asamblea consultiva compuesta por 160 miembros, todos ellos designados por la Junta Militar, principalmente entre burócratas retirados y personas de reconocida ideología conservadora. Aun así, el borrador constitucional fue corregido y enmendado por el Consejo Nacional de Seguridad y se somete hoy a la votación popular tras una intensa campaña oficial a favor del voto afirmativo y sin que se haya permitido hacer publicidad a los defensores del no. De hecho, medio centenar de personas han sido detenidas por distribuir panfletos pidiendo el voto negativo.
Opciones proscritas
Compuesta de 177 artículos y dieciséis disposiciones transitorias, la nueva Constitución turca que sustituirá a la de 1961, redactada, por cierto, también tras un golpe de Estado, proscribe el comunismo, el fascismo y el fundamentalismo islámico. El texto constitucional legitima también la disolución de los partidos políticos existentes antes del golpe de Estado de 1980, que fueron prohibidos formalmente por la Junta Militar hace algo más de un año.Los dirigentes políticos de la etapa anterior al golpe militar no podrán participar en la vida política del país durante un período de diez años, según una de las disposiciones transitorias. La medida afecta a por lo menos un centenar de personas, entre ellas a los ex primeros ministros Suleimán Demirel (conservador) y Bulent Ecevit (socialdemócrata).
Los miembros del Parlamento existente antes de la intervención militar tendrán cinco años de prohibición de participar en política. De este modo, el régimen castrense trata de crear su anunciada "democracia de nuevo cuño" en Turquía.
Amplios poderes presidenciales
La nueva Constitución prevé la existencia de un Parlamento unicameral, con cuatrocientos escaños, a los que podrán optar los ciudadanos mayores de treinta años. Una ley electoral se dictará próximamente y las primeras elecciones, según las promesas del régimen militar, tendrán lugar en el otoño de 1983 o en la primavera de 1984. El general Evren será el presidente de la República, y los miembros de la Junta, tras su retiro de las fuerzas armadas, constituirán un consejo presidencial dotado de amplios poderes.Las atribuciones del presidente de la República superan en mucho a las que tiene un jefe de Estado o de Gobierno en las democracias occidentales. Evren no será responsable ante el Parlamento, podrá elegir a su primer ministro y cesarlo cuando le venga en gana, bloquear el estado de excepción y la ley marcial por un período de seis meses si lo cree conveniente. Tendrá, asimismo, influencia en el poder judicial, al tener la facultad de nombrar o revocar jueces civiles y militares.
Las libertades y garantías individuales, reconocidas con algunos recortes en el proyecto de ley fundamental, podrán ser suspendidas en caso de que el presidente considere que así lo requiere el "interés o la seguridad nacionales, el mantenimiento del orden público, etcétera". Todas estas limitaciones se justifican en la propaganda oficial como necesarias para impedir el retorno al caos existente antes del golpe de Estado.
Libertades recortadas
La actividad sindical queda también muy recortada en la nueva Constitución, que prohíbe las relaciones entre sindicatos y partidos políticos, exige un mínimo de diez años en el puesto de trabajo para ser dirigente sindical y limita el derecho de huelga a que la realización de ésta no dañe la productividad o la economía nacional. Las huelgas de carácter político, de solidaridad o la huelga general están prohibidas en la ley fundamental que hoy se somete a plebiscito.En cuanto a las libertades de expresión, reunión, asociación y Prensa, el texto constitucional prevé ya grandes limitaciones que dependen prácticamente de la voluntad del poder ejecutivo. En un reciente discurso, el general Evren dijo que la libertad de Prensa se mantendría "para la Prensa que sea leal a la República", pero no para aquella otra que "fomente la división nacional." o haga "apología del delito".
El referéndum constitucional se celebra cuando aún están en marcha numerosos procesos contra sindicalistas y activistas detenidos tras el golpe de Estado de 1980, y cuando hay todavía millares de presos por motivos políticos. El toque de queda se levantó recientemente.
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