Defensa de la catequesis en la escuela privada y en la pública

La parroquia es el lugar privilegiado de la catequesis, "sin embargo, no puede dejar de tenerse en cuenta la transmisión del mensaje de salvación con la enseñanza religiosa en la escuela, privada y pública", decía ayer Juan Pablo II en su homilía pronunciada en Granada y dirigida a los educadores cristianos.El Papa justificaba que fuera precisamente en este encuentro con las diócesis de Andalucía Oriental y Murcia donde tuviera lugar su alocución destinada a los catequistas, en el recuerdo de la tradición religioso-pedagógica de estas tierras, patria de los Hernando de Talavera, catequista de los misterios cristianos en tiempos de judíos y musulmanes; del obispo de Málaga, Manuel González; del fundador de las escuelas del Ave María, Andrés Manjón; y del Padre Poveda, fundador de la institución teresiana.

La urgencia de la formación cristiana permanente, que incumbe a todo, cristiano, se explica "porque una minoría de edad cristiana y eclesial no Puede soportar las embestidas de una sociedad crecientemente secularizada". Para Juan Pablo II, conocido por la firmeza de sus convicciones, "la fe cristiana comporta para el creyente una búsqueda y aceptación personal de la verdad, superando la tentación de vivir en la duda sistemática". En efecto, la catequesis debe dar "aquellas certezas, sencillas, pero sólidas, que ayudan a buscar cada vez más y mejor el conocimiento del Señor".

En la última Asamblea Plenaria del Episcopado español, los obispos definieron como tarea prioritaria el servicio de la fe, tal y como en su día explicado el responsable del plan, Delicado Baeza, arzobispo de Valladolid. A ello aludía Juan Pablo II, al señalar la importancia de una tarea, como la educación en la fe, que debe llevarse a cabo en la parroquia, en la familia y en la escuela, "sobre todo en un pais, en el que la gran mayoría de los padres pide la enseñanza religiosa para sus hijos en el período escolar".