Falsa alarma por el hallazgo de extraños recipientes
El gobernador civil de Valencia, José María Fernández del Río, desmintió ayer rotundamente que tengan ninguna relación con la central nuclear de Cofrentes los bidones que han aparecido en la zona de la provincia donde se produjeron las inundaciones. Los extraños bidones, cuya aparición había causado cierta alarma en la zona, son simples calderines de aire y tienen treinta años de antigüedad.Hace cuatro o cinco días, según explicó el gobernador, la Guardia Civil encontró cinco cilindros metálicos, de tres metros de largo por uno de diámetro, cerca de la localidad valenciana de Sumacárcel, situada aguas abajo de la presa de Tous, destruida por la riada. Al principio no se le dió importancia al hallazgo, pero al extenderse la noticia se produjo cierta alarma entre la población de la zona, por la posibilidad de que hubieran sido arrastrados por el Júcar desbordado desde la central de Cofrentes, situada aguas arriba, hasta la comarca inundada, y de que contuvieran, material peligroso.
Ayer, técnicos de la delegación de Industria de Valencia, de la Confederación Hidrográfica del Júcar y de la propia central inspeccionaron los bidones y comprobaron que no tenían ninguna relación con Cofrentes. Al parecer, existe un sexto bidón, encontrado a dos o tres kilómetros de los otros, que está abierto, y vacío.
Los recipientes tienen marcadas fechas de fabricación que van desde el año 1951 a 1954, y se piensa que pueden proceder de las obras de construcción de la central eléctrica de Millares, que estaba situada en la cola del embalse de Tous, y fue arrasada por la riada. Según el gobernador, se trata de recipientes herméticos que no contienen más que aíre, por lo que se piensa, en principio, que en su día podrían haber servido como flotadores o para funciones similares durante la construcción de la central de Millares.
