Remite el riesgo de nuevas inundaciones en la cuenca del Júcar
El riesgo de nuevas inundaciones en el sur de la provincia de Valencia y límites con Alicante desapareció ayer. Aunque las precipitaciones continuaban con ritmo intermitente y baja intensidad, los caudales de los ríos Clariano y Albaida descendieron ostensiblemente su nivel y archivaron las amenazas de riada que habían provocado durante el fin de semana una reedición de la psicosis de inundación que invade las comarcas de la cuenca del río Júcar desde el pasado 20 de octubre. Ambos ríos son afluentes, por la derecha, del Júcar.
Sin embargo, Onteniente continuaba ayer viviendo horas de intranquilidad, pues además del millar de vecinos evacuados de la zona baja de la ciudad, grandes socavones y desprendimientos de tierra estaban creando situaciones de preocupación en el centro de la ciudad, que se encuentra sobre una montaña de terreno poco firme junto al río Clariano que discurre encajonado por un barranco. Las aguas de la inundación del lunes alcanzaron un nivel situado entre medio metro y tres metros.Los ríos Clariano y Albaida no han creado problemas al cauce del Júcar, por lo que las tareas de reconstrucción emprendidas en Alcira, Carcagente y otras poblaciones de la Ribera Alta y la Ribera Baja, prosiguieron ayer, solamente con la incomodidad de una lluvia ligera. Las poblaciones del valle del río Albaida, que habían sido alertadas por el riesgo de riada, volvían a su ritmo de normalidad, y las comunicaciones por carretera quedaban restablecidas, excepto la comarcal de Muro de Alcoy a Planes, en el norte de Alicante, que permanecía cortada en el kilómetro doce.
Socavones de 7 metros
Después de una noche de preocupación, Onteniente amaneció con varios socavones en sus calles, que en algunos casos llegaban a tener una profundidad de siete metros, formados por la filtración del agua en el terreno poco estable sobre el que está construida parte de la ciudad. La acequia Barcacana, reventó en varias secciones al no poder absorber la gran cantidad de agua de lluvia. Por otra parte, los efectos de la tormenta eran visibles en las casas de la calle Carril, que desciende al río Clariano, sobre las que había caído el muro de un antiguo convento de monjas, invadiendo de barro y agua unas veinte viviendas.El único barrio que fue desalojado por completo a primeras horas de la tarde del domingo, es el de Canterería, situado en la margen izquierda del río, junto a conocidas industrias textiles de fabricación de mantas, principal fuente económica de la comarca.
El resto de los vecinos de Onteniente permanecieron expectantes en su casa, pues aunque el río Clariano discurre por un cortado angosto, sobre el que se levanta a ambos lados Onteniente, el corte de una red de media tensión dejó sin luz a sectores de la ciudad y la rotura de las tuberías, interrumpió el suministro de agua potable. Onteniente se estaba abasteciendo ayer de agua potable traída de Agullent. No se han registrado víctimas durante la inundación.
El teniente de alcalde Ximo Vilar, afirmaba a este diario, que gracias "a la psicosis de riada que existe en la gente, conseguimos desalojar rápidamente las casas que peligraban. Desde 1922,-en que cayeron 207 litros por metro cuadrado, no había llovido tanto aquí". Ximo Vilar que inspeccionó uno de los socavones más aparatosos de los producidos por la lluvia en las calles de Onteniente, concretamente en la salida a Bocairente añadió: "Si sigue lloviendo, vamos a tener problemas serios de hundimientos en el pueblo, por las filtraciones de agua", afirmaba el teniente de alcalde. Niños que no tuvieron escuela ayer, contemplaban con curiosidad las maniobras de la grúa.
Por otro lado, las comarcas afectadas hace once días por la riada del Júcar prosiguen la evaluación de pérdidas.
Según datos facilitados por la Unió de Llauradors i ramaders (Unión de Agricultores y ganaderos), las pérdidas en la infraestructura agrícola podrían descender a 20.000 millones de pesetas, considerados conjuntamente los capítulos de cosecha perdida, jornales que no se van a percibir y gastos de transporte del fruto recogido.
Alerta en Almería por las lluvias
Las obras de la presa de Almanzora en Almería, actualmente en fase de construcción, han resultado inundadas debido a las fuertes lluvias que desde el pasado lunes se registran en la zona centro de esta provincia. Ayer cayeron 200 litros por metro cuadrado en tres horas en la localidad de Tijola próxima al río Alinanzora.Aunque no se ha facilitado el número de metros cúbicos de acumulación punta registrado en la presa, fuentes consultadas por la agencia Efe informan, que la excavación ha resultado totalmente anegada por las aguas. Dichas fuentes indican también que la situación está controlada.
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