Problemas para determinar la causa de la muerte del ex espía Kevin Mulcahy
Un equipo médico de Virginia (Estados Unidos) informó el pasado miércoles que una simple autopsia no es suficiente para determinar las causas de la muerte, el martes, de Kevin Mulcahy, principal testigo en la causa de la Administración norteamericana contra dos ex espías de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) acusados de ayuda ilegal a terroristas libios.
Al calificar que las causas de la muerte no quedaron claras con la autopsia, el doctor James Beyer, jefe forense del norte de Virginia, ordenó un examen químico de los tejidos del cadáver, que tardará varios días en completarse. Los procedimientos adicionales incluirían exámenes sobre posible ingestión de toxinas.El doctor Beyer especificó que el alcohol no es la causa de la muerte. Fuentes de la policía, que encontró el cadáver de Mulcahy, explicaron que se encontraron el cadáver tendido contra la puerta de una cabaña de un motel cercano a Edinburg (Virginia) y sospecharon que un exceso de bebida le provocó la muerte.
Asimismo, fuentes del Departamento de Justicia añadieron que no existía evidencia de que Mulcahy muriese por otras causas que no fueran naturales.
La repentina muerte de Mulcahy ha apartado de la escena a una de las figuras más explosivas en el caso que sigue el Gobierno norteamericano contra los ex espías Edwin Wilson y Frank Terpil, acusados de embarcar ilegalmente explosivos con destino a Libia y conspirar para cometer asesinatos.
Mulcahy, ex técnico de la CIA, reveló en 1976 las actividades de los dos ex agentes, con quienes trabajó años antes en un proyecto de ayuda a Libia, para la instalación en este país de un campo de entrenamiento terrorista.
El Departamento de Justicia informó el miércoles que la muerte de Mulcahy solamente le supone a la Administración ligeros retoques a sus acusaciones contra Wilson, que fue arrestado el año pasado. Terpil se encuentra huido y se cree que reside en Beirut.
Los ajustes serán pequeños, dijo el fiscal, porque las nuevas informaciones de testigos durante el año pasado disminuyeron la importancia del testimonio de Mulcahy.
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