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Marruecos exporta al Sahara corrupción, tráfico de influencias y favoritismo

A pesar de las numerosas medidas de integración a Marruecos y los proyectos preferentes para el antiguo Sahara Occidental español, la vida en este territorio él está lejos de ser una bicoca para sus habitantes, según revelaciones de la Prensa marroquí. De acuerdo con un reciente artículo del diario Al Bayane, cuyo título literariamente traducido sería El Aaiún, en el mejor de los mundos, el Norte ha exportado al Sahara también corrupción, tráfico de influencias y favoritismo.

"Cinco grandes negociantes -Kantaui Hijos, Ghadaz Ouled Reguibi, Hamad Ouled Brahim, Ahmed Ouled Midani y Selma Uled Hijos-, poderosos e intocables monopolizan todo el comercio en la región", si ha de dárseie crédito a Al Bayane. Este periódico es el órgano oficial del Partido Comunista de Marruecos.

Precios triplicados

Estos señores, según el diario, lo importan todo, desde fósforos hasta refrigeradores, desde televisores en color hasta transistores "Todo ello se paga en divisas", agrega el enviado especial de Al Bayane. "Los dólares toman el camino de Hong Kong, y las pesetas, el de las islas Canarias. Todo lo que esos monopolizadores importan se reexpide hacia el Norte, a las grandes ciudades de Fez, Casablanca y Rabat, en donde los artículos se venden a tres veces su precio", escribe el citado periódico.Para obtener un pase extraoficial y que sus mercancías puedan transitar hacia el Norte, estos comerciantes pagan comisiones desde el 10% hasta el 20% a quienes deben luego hacer la vista gorda. "`Todo ello", explicaba el corresponsal de Al Bayane, "suscita la mayor animadversión de los pequeños comerciantes locales, que se preguntan por qué ellos no pueden hacer lo mismo que los cinco grandes".

La importación de coches a través del Sahara, según la misma fuente citada, está ahogando la venta de vehículos en el Sahara y amenaza a la Somaca (Societe Marocaine de Constructions Automobiles) y a otras unidades industriales que cuentan con miles de obreros.

En el dominio de la construcción, que es uno de los más prósperos en el Sahara, principalmente en El Aaiún, ocurre algo parecido al monopolio del comercio. Al Bayane informa de que dos grandes contratistas, Mohamed Maatala y Hamayma Uled Beida, se reparten en exclusiva este sector económico y controlan todos los negocios relacionados con la construcción de la región.

Negocio con la construcción

Al Bayane agrega que se pagan comisiones de un mínimo del 8% por conocer por anticipado el contenido de las ofertas competidoras. Debido a esta corrupción, señalaba el periódico, se construye sin ninguna preocupación por la arquitectura o el urbanismo, y, caso insólito en todo el país, las obras son entregadas incluso antes de tiempo.Las consecuencias son, sin embargo, nefastas, continua el articulista; todas las obras necesitan arreglos posteriores de aislamiento y padecen ya de envejecimiento incluso antes de que sean inauguradas.

Comprensiblemente, Al Bayane finaliza el artículo indicado recordando la "sombría noche de colonialismo español" que padeció el ex Sahara Occidental y que "nuestras provincias integradas son, no obstante, una verdadera cantera en pleno desarrollo económico".

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