El 80% de los consumidores vascos considera la publicidad engañosa e inútil

El 80% de los consumidores vascos considera que la publicidad es engañosa e inútil, según un estudio encargado a la empresa Ikerfiel por la cooperativa de consumo Eroski. El estudio, el primero de estas características que se realiza en el País Vasco, define la conducta del consumidor vasco como "no congruente, desordenada y despistada".De las conclusiones del estudio -que está basado en una encuesta realizada a 1.500 ciudadanos de las tres provincias que componen la comunidad autónoma, y de Navarra- se desprende que el consumidor vasco se enfrenta al acto de compra con una actitud desconfiada, como si temiera ser engañado.

Este sentimiento de engaño, asumido plenamente por uno de cada tres encuestados, no es concretado ni explicado en la mayoría de los casos, dato que parece mostrar, a su vez, la existencia de una sensación de indefensión paralela a una incapacidad para la respuesta. Las protestas al vendedor son , al parecer, la única iniciativa de al menos la mitad de los que se sienten engañados.

Desequilibrio

El consumidor vasco cree que no puede hacer nada para oponerse a los abusos, al tiempo que demuestra muy poca confianza en las iniciativas que pudieran desarrollar los poderes públicos para solucionar problemas como el de la inflación.Está convencido de que los precios suben más que los salarios, y, aunque s e oponga a esta relación de desequilibrio desde su puesto de trabajo, en su condición de consumidor sólo adopta acciones individuales, como aprovechar ofertas, cambiar a tiendas más baratas, afinar las compras o prescindir de bienes duraderos.

En conjunto, puede decirse que el consumidor vasco no sabe comprar, ya que no comprueba las etiquetas, no estudia la relación calidad-precio ni mira el precio-kilo de lo que compra, aunque vigila, eso sí, la suma total de la cuenta o los cambios. Los encuestados, en su gran mayoría, no creen en la necesidad de asociarse, ya que, según el estudio, sólo un 22% estaría dispuesto a pagar una cuota por pertenecer a una asociación de consumidores, y un 18% se manifiesta dispuesto a pagar la suscripción de una revista especializada.