Proyecto de unificación de las normas de tráfico en Europa

El Parlamento europeo discutirá dentro de unos días un proyecto sobre armonización de la reglamentación de conducción en los países de, la Comunidad Económica Europea, CEE, presentado por el parlamentario francés Michel Junot, al que ha tenido acceso EL PAIS. En líneas generales, el proyecto pretende unificar toda la reglamentación de las normas de tráfico en los países de la CEE, adecuándolas en lo posible al sistema de la República Federal de Alemania, que se considera el más aceptable.

Con respecto a la limitación de la velocidad, el proyecto contempla dos casos diferentes. De una parte, la velocidad en las autopistas, y de otra, en el resto de las carreteras y aglomeraciones urbanas En el primero de ellos, el de las autopistas, se pretende aliminar cualquier limitación de velocidad. En todo caso, lo máximo que se contempla es la recomendación por parte de las autoridades de Tráfico de cada país sobre cuál es la velocidad recomenda da en las diferentes zonas de las autopistas, pero sin que eso suponga una limitación real de la velocidad. En las restantes carreteras, el proyecto sí que contempla la limitación de la velocidad. Pero no una limitación uniforme, sino variable en función del tipo de vehículo del que se trate, algo similar a lo que ocurre en Italia. Según el proyecto de unifica ción de medidas de Tráfico en todos los países de la Comunidad Económica Europea, la velocidad no es una cuestión absoluta sino relativa. Por tanto, no debe limitarse de la misma forma a un vehículo grande y con importantes medidas de seguridad activa y pasiva, como a uno pequeño que, en muchos casos, está huérfano de algunas de ellas. La velocidad, al ser relativa y no absoluta, debe ser también variable en función de las carreteras.Por otra parte, se contempla también en dicho proyecto las limitaciones de las velocidades de los vehículos en las aglomeraciones urbanas, ya sean grandes urbes como pequeños pueblos. Y, en conjunto, se proyecta también un control riguroso de dichas velocidades y fuertes sanciones para los infractores.

Por lo que respecta al carné de conducir, se pretende un único tipo, válido para todos los países de la CEE. Eso exigirá no sólo la unificación del tipo del carné sino de los distintos tipos de exámenes para su obtención en todos los países. Al mismo tiempo, caso de aprobarse dicho proyecto, se exigirá la revisión médica periódica de los conductores, mediante un control riguroso de sus aptitudes, así como otro control riguroso de los vehículos. Control técnico, más riguroso aún, en el caso de los camiones y los autocares.

El citado proyecto contempla, asimismo, la unificación de la señalización de las carreteras para todos los países europeos. Una mejora en la calidad y en la infraestructura de las carreteras. Esta proposición será discutida en los próximos días en el Parlamento europeo, con sede en la ciudad francesa dé Estrasburgo. Caso de aprobarse, será norma de obligado cumplimiento para todos los países que forman parte de la Comunidad Económica Europea.

España, que aún no forma parte de la CEE, difiere sensiblemente, en muchos de los apartados, de lo que propone el proyecto. Tanto en la limitación de la velocidad en las autopistas, como en la diferenciación de los tipos de vehículos, en la unificación de la señalización, en el sistema de obtención del carné de conducir, en el control médico riguroso de los conductores, en el control técnico riguroso de los vehículos, en la fijación del límite permisible de alcohol en la sangre, como, finalmente, en la calidad de las carreteras, este país está aún muy lejos de la mayoría de los países de la CEE y, más aún, de lo que contempla este proyecto. Solamente en la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad -y poco más-, España está alineada con este proyecto.