Felipe González descalifica en Galicia a Fraga y sus hombres

El secretario general del PSOE y candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Felipe González, concluyó ayer su campaña electoral en Galicia con sendos mítines en el polideportivo de Vigo y en el pabellón municipal de deportes de La Coruña. El mensaje central de ambos actos fue la descalificación de la derecha de Manuel Fraga y el intento de forzar un triunfo socialista en Galicia que permita la mayoría absoluta, "para no tener que negociar con Landelino ni con Marcelino ni pan y vino", dijo, en medio de los aplausos de los miles de gallegos que le escuchaban.

En contra de lo que es habitual en su estilo, alejado de la confrontación y el ataque personal, Felipe González recordó a los electores gallegos que si gana Fraga es posible que Antonio Carro y José Manuel Otero volvieran a ocupar carteras como la de presidencia y la de educación, respectivamente, amén de José Luis Alvarez en la de agricultura y el incombustible Pío Cabanillas -de quien criticó que compatibilizara su cargo en el gobierno con el de registrador de la propiedad- como ministro sin cartera, "que es el más beneficioso para su cartera", dijo llevándose la mano al pecho entre el regocijo del auditorio."Yo no comprendo ni a los terroristas ni a los golpistas"

Con todo, Felipe González estimó positivo que Fraga meta n la Constitución a sectores de a derecha, proclives a soluciones ultramontanas, "siempre que se meta también él, porque en la reciente reunión de la Diputación Permanente del Congreso se situó al borde de la Constitución, ya que condenó a los golpistas, pero dijo comprenderlos; ¡yo no comprendo ni a los terroristas ni a los golpistas y condeno a ambos!", afirmó alzando el tono de la voz y produciendo un gesto de preocupación en su médico, José Luis Moneo, que intentaba, sin éxito, desde la primera fila del público, que abreviara su intervención y bajara el diapasón.ç

Más tarde, el dortor Moneo manifestó que confiaba en la salud de Felipe González, quien ayer tuvo que suspender su habitual conferencia de Prensa. "Yo le comprendo", dijo Moneo; "él tiene un gran sentido de la responsabilidad y quiere convencer a la gente y para ello no escatima esfuezos. Creo que, gracias a Dios, aguantará. Felipe es fuerte y tiene 40 años. Si se empeora su afonía, todavía podemos darle algo más fuerte para que resista."