Los siderúrgicos de EE UU, dispuestos a retirar sus denuncias contra el acero europeo
El Departamento norteamericano de Comercio informó ayer a la Comisión Europea que los siderúrgicos estadounidenses están dispuestos a retirar todas sus denuncias contra las exportaciones europeas de acero si se realizaban ciertas modificaciones en el acuerdo del pasado 6 de agosto.Sin embargo, los expertos consideran que se mantiene el suspense hasta el último momento en la guerra del acero que opone a la Comunidad Económica Europea (CEE) y a Estados Unidos. La Comisión Europea celebró ayer, en Bruselas, una reunión extraordinaria para examinar las dificultades de última hora y, aunque oficialménte se afirma que será respetado el acuerdo a que llegaron Bruselas y Washington eri agosto para reducir las exportaciones europeas, en los pasillos se explica que Estados Unidos pretende obtener nuevas concesiones de los diez y que el clima se ha vuelto a deteriorar.
Tras nueve meses de discusiones y enfrentamientos, la CEE y el Departamento de Comercio norteamericano llegaron el pasado día 6 de agosto a un acuerdo por el que los diez se comprometían a reducir su parte en el mercado de acero norteamericano de un 6,3% a un 5,76%, de aquí a 1985 y sobre once productos siderúrgicos.
El compromiso no puede entrar en vigor si los productores de acero estadounidenses no aceptan retirar sus querellas contra los productors europeos por dumping y si no se comprometen a mantener la paz siderúrgica hasta 1985. Tres días antes de que la Comisión de Comercio Internacional de Washington se pronuncie sobre el daño causado a la siderurgia norteamericana por las exportaciones subvencionadas europeas, las grandes empresas estadounidenses no han retirado sus querellas. Teóricamente, el día 15 se producirá el fallo de la Comisión Internacional, y el Departamento de Comercio estará obligaáo, antes del día 21 de este mes, a fijar derechos compensatorios a las exportaciones europeas, que es, precisamente, lo que se quiso evitar con el acuerdo de agosto.
Portavoces oficiales de la Comisión Europea señalaron ayer que la situación "no es drarnática" y que los diez proseguían sus preparativos para poner en marcha su compromiso de autolimitación. Según otras fuentes, los productores norteamericanos, de acuerdo con la Administración Reagan, intentan conseguir en el último momento una nueva concesión europea: controlar las exportaciones de tubos de acero.
Control estadístico
Los expertos de la CEE han ofrecido a Washington un simple control estadístico de estas exportaciones concretas y la apertura de consultas en el caso de que éstas aumenten, pero el ofrecimiento parece insuficiente a las empresas norteamericanas.
Para algunos expertos, la Administración norteamericana pretende vincular la suerte de los acuerdos siderúrgicos co n Europa a un compromiso global con los diez respecto al principal problema político que envenena las relaciones entre Estados Unidos y Europa: las exportaciones europeas hacia la Unión Soviética y el régimen crediticio acordado en Moscú.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.