PSOE y PCE reclaman la mejora de las rentas agrarias en sus programas
El programa agrario del PSOE, presentado ayer en Madrid, pretende favorecer a las explotaciones familiares pequeñas y medianas, facilitando su acceso a todas las ayudas públicas contempladas en la legislación. vigente, y fomentar las cooperativas de carácter integral como vía de expansión de la agricultura familiar. También aplicarán la ley de Fincas Manifiestamente Mejorables, en caso de que ganen las próximas elecciones, y desarrollarán una política de rentas que evite que los ingresos de los agricultores estén a merced de la fijación y negociación de los precios agrarios.Otro de los puntos importantes es el desarrollo de un nuevo sistema de crédito para todo el sector agrario, gestionado por el Banco de Crédito Agrícola, y la democratización de las Cajas Rurales, cuyos fondos deberán ser utilizados exclusivamente en actividades al servicio del medio rural. Para el desempleo agrario, propugnan su equiparación al régimen general y la reordenación de la Seguridad Social Agraria, para dotar a la población rural de unas prestaciones que la sitúen en un plano de igualdad con otros sectores.
También fomentarán la ganadería mediante la expansión de cultivos forrajeros, la mejora y la recuperación de pastos, el impulso de las razas autóctonas y el saneamiento de la cabaña ganadera. Finalmente, desarrollarán un plan de repoblación para la producción forestal y la lucha contra la erosión, mejorando la productividad de los montes particulares.
El PCE, por su parte, es partidario de una política agraria encaminada a la creación de empleo y el afianzamiento del sector. En el marco de la reforma agraria integral, el PCE plantea la eliminación de la dependencia agroalimentaria, a través de una ordenación de cultivos, y favorece el control de la transformación de los alimentos por los propios campesinos, como alternativa a la penetración de las multinacionales en el sector. A medio y corto plazo, los comunistas proponen una política de ordenación de cultivos, producciones y precios, mejora de infraestructuras rurales con financiación e inversiones públicas en un plan de diez años, potenciación de la explotación familiar agraria y una política de investigación nacional.