Importantes concesiones de la Junta Militar argentina para frenar la agitación social

El poder militar argentino ha tenido que efectuar importantes concesiones, como la normalización en breve plazo de la actividad si y el reconocimiento del derecho de huelga para calmar la agitación social que registra el país. Gracias a esto el presidente, general Reinaldo Bignone, consiguió un doble éxito: el aplazamiento de la huelga general de veinticuatro horas, convocada para ayer, y que la manifestación del miércoles se desarrollase sin incidentes.

Estos dos movimientos de protesta fueron organizados por el sector moderado de la peronista Central General de Trabajadores (CGT Azopardo), el primero, y por la corriente dura del sindicalismo (CGT-Brasil), el segundo. El presidente argentino no ahorró esfuerzos para conseguir que las dos organizaciones sindicales peronistas anulasen las dos convocatorias. En los días previos mantuvo múltiples reuniones con los dirigentes de la CGT, que culminaron con una serie de medidas que su ponen importantes concesiones por, parte del poder militar, como un incremento de cerca de mil pe setas sobre los aumentos salariales anunciados hace tres semanas y, lo que es más importante, el anuncio de la decisión de normalizarón un plazo de dos meses la situación de los sindicatos administrados militarmente desde 1976 así como el próximo restablecimiento del derecho de huelga.

Esta última medida llevó á los dirigentes de la CGT-Azopardo a dar marcha atrás en su. convocatoria de huelga general. Sin embargo, el dirigente del sindicalismo duro de la CGT, Saúl Ubaldini, consideró las promesas del general Bignone como insuficientes y mantuvo la convocatoria de la manifestación.

Esta última actitud fue mal acogida por las autoridades militares que anunciaron que mantendrían la firmeza y la fuerza necesarias en caso de agitación". El ministro, del Interior no prohibió expresamente la manifestación, pero hizo un llamamiento a los argentinos para que "reflexionaran" antes de participar en "una concentración cuyos motivos son claramente ex trasindicales". A pesar de las fuer tes medidas de seguridad, la manifestación se desarrolló pacíficamente. La policía recibió órdenes de intervenir sólo en el caso de que la manifestación degenerase. Si la CGT-Brasil ha conseguido anotarse una triunfo ante la tendencia moderada, resulta igualmente cierto que su capacidad de movilización es limitada.

En otro orden de cosas, el periódico en lengua inglesa de la capital argentina Buenos Aires Herald informó ayer que el almirante Emilio Massera, antiguo miembro de la Junta Militar, entregó más de un millón de dólares a la organización clandestina peronista Montoneros y que se entrevistó con su líder Mario Firmenich, en París.