Los ecologistas ofrecen un programa para que lo asuman los partidos
La Federación de Amigos de la Tierra (FAT) ha presentado en Madrid un programa de medidas sobre temas básicos que, a su juicio, deben asumir todos los partidos políticos a los que les preocupe en realidad los problemas del medio ambiente. Con ello, pretenden evitar "la previsible demagogia ambientalista que estará presente en la campaña electoral y el peligro de manipulación de un importante voto potencial, el voto ecologista"."La FAT no ha participado en anteriores elecciones y no tiene perspectiva inmediata de hacerlo", manifestó su responsable, Humberto da Cruz, quien justificó esta postura con la referencia a la pérdida de combatividad de otros ecologistas integrados en política, como los franceses, y a la escasez de medios económicos del movimiento ecologista español, que le haría formar una estructura política débil.
"Algunos partidos han incrementado en sus programas la atención al medio ambiente", dijo Da Cruz, y anuncié que la FAT difundirá próximamente un texto con la respuesta a su programa ecologista de las organizaciones políticas que se presentan en la actual campaña. "No recomendaremos partidos, simplemente diremos quiénes suscriben nuestras reivindicaciones", señalaron los miembros de la FAT asistentes a la conferencia de Prensa, en la que estuvieron presentes también representantes del PSOE y del PCE. Los otros partidos invitados a la presentación, UCD, Alianza Popular y el Centro Democrático y Social, no enviaron representantes.
La Federación de Amigos de la Tierra presenta sus temas básicos mediante 44 propuestas, entre las que figuran una reforma de la Administración, de modo que se concentren en una Secretaría de Estado de Medio Ambiente las competencias actualmente dispersas y se acabe con organismos incompetentes, como el Icona".
Otros puntos del programa ecologista son la ratificación por parte de España de convenios internacionales de medio ambiente relevantes; la participación de representantes ecologistas en delegaciones internacionales y en organismos gubernamentales, como asesores; la prohibición del uso de pesticidas y otros productos peligrosos en la agricultura; la no concesión de nuevos permisos para instalar centrales nucleares y la paralización progresiva de las existentes, así como la prevención de actividades contaminantes. Otras reivindicaciones de la FAT se refieren al consumo, al urbanismo, al empleo, la educación, la salud, la política científica y la actividad militar.
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