Consternación en Washington y Tel Aviv por el atentado
El atentado que ha costado la vida a Bechir Gemayel, presidente electo de Líbano, provocó una auténtica conmoción en Washington y Tel Aviv.Un alto funcionario israelí expresó ayer por la noche en Jerusalén la "consternación" de su Gobierno tras el anuncio de la muerte, en un atentado registrado en la sede de su partido en Beirut, del presidente electo libanés, Bachir Gemayel.
Este funcionario condenó en términos enérgicos el atentado contra el presidente electo libanés y expresó la esperanza de que Líbano encuentre pronto una nueva autoridad, según informa la .
El primer ministro israelí, Menájem Beguin, fue uno de los primeros jefes de Gobierno en enviar, el pasado 23 de agosto, un mensaje de felicitación al nuevo presidente electo de Líbano. En este mensaje, escrito en términos especialmente cálidos, Beguin afirmaba que los israelíes se alegraban "en el fondo de su corazón" por su elección.
En Washington, tanto la Casa Blanca como el Departamento de Estado se negaron a hacer comentarios oficiales, aunque un miembro del equipo del secretario de Estado, George Shultz, señaló que el asesinato de Gemayel podría "desencadenar un nuevo baño de sangre". "Mírese como se mire, este trágico acontecimiento no puede reportar ningún beneficio para nadie", comentó un funcionario del Departamento de Estado.
Estados Unidos había apostado en gran medida sobre la personalidad de Bechir Gemayel que se encontraba, en opinión de los estrategas norteamericanos, muy bien situado para restablecer la estabilidad y la autoridad en Líbano, elementos cruciales para alcanzar una solución duradera en el conflicto que padece este país.
El enviado especial del presidente Ronald Reagan, Philip Habib, tenía previsto viajar a Beirut el próximo 23 de septiembre para asistir a la ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente, gesto que subraya la importancia que concedía Estados Unidos al establecimiento de un régimen estable en Líbano.
Morris Draper, uno de los principales ayudantes de Habib, llegó ayer a Israel con la misión de obtener una rápida retirada de las fuerzas sirias, palestinas e israelíes que permanecen en Líbano. El Gobierno norteamericano, tal como lo señaló recientemente el secretario de Estado George Shultz, consideraba que sólo una retirada total de todas las fuerzas extranjeras permitiría a las autoridades libanesas consolidarse y restablecer su control sobre el conjunto del territorio.
Por otra parte, el presidente frances, François Mitterrand, envió ayer noche, nada más conocer la noticia del atentado, un mensaje de pésame al presidente Elias Sarkis, actual Jefe de Estado libanés,
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