La Guardia Civil descubre dos millones y medio de pesetas en una maleta de doble fondo entre los restos del avión

Dos millones y medio de pesetas, en billetes de cinco mil y mil, fueron recogidos por la Guardia Civil de Málaga del interior de una maleta de doble fondo, entre los restos del avión, poco después de que a primera hora de ayer se reanudaran las tareas de desescombro, interrumpidas desde la noche del lunes. El dinero estaba intacto y no se ha podido averiguar quién era su propietario. Nadie, hasta el momento, lo ha reclamado, por lo que parece claro que procedía de un intento de fuga de divisas. También se descubrió el cadáver destrozado de un pasajero.

Otro importante fajo de billetes de cinco mil pesetas fue descubierto en el interior de un juguete infantil de plástico. Tanto los billetes como el juguete estaban calcinados, por lo que no se puede establecer la cantidad de dinero que contenía el fajo.Las tareas de desescombro, en las que participaron unas cincuenta personas entre guardias civiles, miembros de la Cruz Roja, Icona y voluntarios de una asociación de ayuda en carretera, se iniciaron a las ocho de la mañana y se interrumpieron sobre las 16.30 horas. Se removieron centímetro a centímetro las toneladas de escombros y fuselaje. Unicamente a las 11.45 se precisó la intervención del forense del Juzgado de Instrucción número 2 de Málaga, cuando se descubrieron los restos de un pasajero. Tenía la cabeza y las extremidades prácticamente destrozadas y sólo el tronco formaba un bloque compacto.

Tras ser removidos los restos y ser retirados de forma minuciosa todos los objetos que pudieran servir como referencia, por mínima que fuese, para la identificación de los pasajeros, los servicios municipales los trasladaron al depósito de basuras. Hoy será retirado el fuselaje, bajo el cual puede que aparezcan más cadáveres.

Alguien leía 'El Quijote'

Por paradójico que parezca, la ropa contenida en las maletas que iban en la bodega del avión resultó ser lo menos dañado por el fuego,al formarse una masa muy compacta de tela que no pudo arder por falta de oxígeno. Los viajeros llevaban en el interior de la cabina numerosos bultos de mano, lo que pudo haber dificultado la salida de algunas de las víctimas.

Entre los objetos que no fueron pasto de las llamas se encontró todo tipo de cosas, desde una edición en castellano de El Quijote, abierto por la página 367, hasta una cinta con canciones en inglés de Barbra Streissand, un carrito de minusválido, un juego de palos de golf, numerosas botellas de licores -especialmente coñá- de fabricación española, joyas y abalorios, libros, paquetes de tabaco, un bono del hotel residencia Gran Vía de Madrid, monedas de varios países, cerámicas de Lladró, un plato con un escudo de Navarra, un instrumento de música árabe, pasaportes, carnés y un sinfín de objetos de la más variada índole.

De las ropas fueron arrancados botones, prendedores y otros detalles similares que pudieran facilitar la identificación de las víctimas, tarea que anoche continuaba en la base aérea militar, aledaña al aeropuerto, donde están depositados los cadáveres.