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Estados Unidos opta por la cautela ante las conclusiones de la "cumbre' de Fez

La Administración norteamericana del presidente Ronald Reagan valora con precaución las conclusiones de la cumbre de países árabes celebrada esta semana en Fez (Marruecos), y considera que es un adelanto el reconocimiento implícito, aun sin citarlo, del derecho a la existencia del Estado de Israel. Pero el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, señala que hay "considerables diferencias entre la resolución de Fez y las propuestas de paz para Oriente Próximo lanzada hace diez días por el presidente Reagan".

Washington intenta maniobrar entre israelíes y árabes para avanzar en el establecimiento de una paz duradera en la conflictiva zona de Oriente Próximo. Estados Unidos quiere aprovechar la trágica brecha abierta con la intervención israelí en Líbano, que concluyó con la salida de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), para promover un mecanismo de negociación.No se excluye que en las próximas semanas algunos líderes árabes -se habla de Hassan II, Hussein de Jordania, Fahd de Arabia Saudí y los presidentes de Argelia, Siria y Tunicia, además del propio Yasir Arafat- acudan a la capital norteamericana para contrastar las iniciativas de paz del presidente Reagan con las de la cumbre de Fez. Para Washington, es muy significativo que todos los líderes árabes que acudieron a Fez, representantes de regímenes moderados y radicales, hayan aceptado el principio de no beligerancia con Israel.

Se trata, ante todo, de un nuevo paso en el complejo y lento proceso de paz iniciado con los acuerdos de Camp David. La Administración norteamericana insiste en la necesidad de continuar este proceso, incluyendo en la mesa de negociación a Jordania, además de Estados Unidos, Israel y Egipto.

Sin embargo, los analistas norteamericanos destacan que el comunicado final de la reunión árabe de Fez no cita a Jordania como eventual país participante en las futuras negociaciones de paz. De ahí que Washington salude positiva, pero prudentemente, las conclusiones de la reunión de Fez.

Las diferencias entre las propuestas del presidente Reagan y las de los países árabes, a las que aludió el secretario de Estado, Shultz, ante el comité de Relaciones Exteriores del Senado, son algo más que diferencias. Son, incluso, puntos opuestos en capítulos fundamentales. Por ejemplo, el comunicado de Fez pide la creación de un Estado palestino, mientras el plan de Reagan apoya una entidad palestina en Cisjordania y Gaza, dependiente de Jordania.

Trabajar duro

Aunque las divergencias son patentes, "las posiciones iniciales han sido anunciadas", dijo el secretario norteamericano de Estado. "Trabajaremos duro en las próximas semanas, bajo la dinámica de las nuevas iniciativas, que introducen una luz hacia el proceso de paz", concluyó George Shultz.

A pesar del relativo optimismo que origina en Washington el resultado del encuentro árabe en Fez, nadie olvida la radicalización del Gobierno israelí de Menájem Beguin, que rechaza tanto las ideas pacificadoras del presidente Ronald Reagan como las de la cumbre árabe de Fez. También preocupa en Estados Unidos la eventualidad de que Israel retrase la salida de sus tropas del territorio de Líbano.

Desde un punto de vista político, la Administración Reagan -con elecciones para el Congreso a un mes y medio vista- observa con atención el cambio de actitud de la mayoría de comunidades judío-americanas, que hasta hace poco tiempo apoyaban incondicionalmente las tesis del Gobierno de Beguin. Hoy son más críticas hacia los gobernantes israelíes, al evaluar las serias pespectivas de paz que abre el plan Reagan para Oriente Próximo. En realidad, se trata de un fenómeno que refleja la oposición que encuentra el Gobierno de Menájem Beguim en su propio país, y que, a largo plazo, puede ser el elemento clave que influya en un cambio de óptica israelí hacia el tema palestino. Entre tanto, norteamericanos y árabes suavizan sus posturas, con la clara voluntad de negociar para buscar una salida pacífica al histórico conflicto árabe-israelí.

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