Vecinos de Aranjuez representaron el motín de 1808 ante 10.000 personas
La representación comenzó el jueves de la semana pasada, cuando pequeños grupos de vecinos, ataviados con trajes de la época, simularon por las calles y plazas del pueblo los primeros movimientos que precedieron a la revuelta. A las diez de la noche del domingo comenzó el último acto, en el patio del Palacio Real como marco y ante la presencia de los miles de vecinos, muchos de los cuales eran familiares o amigos de los improvisados actores. Escenas de época -vendedores de fresas o espárragos, mujeres enzarzadas en una pelea callejera, saltimbanquis- que se desarrollaban entre el público dieron luego paso a las escenas fuertes de la obra, en una gran tribuna central que se prolongaba lateralmente por uno de los lados de la gran plaza.A lo largo de dos horas los acontecimientos se suceden con gran rapidez: la toma de conciencia del pueblo, el rechazo a la actitud inhibida de Carlos IV, la indignación contra el príncipe de la Paz, que culmina con el incendio de su casa, y la petición de abdicación en favor de Fernando VII. El público siguió con gran atención el desarrollo de la obra, aplaudió con ganas al final y quedó satisfecho del trabajo de sus convecinos.
Sebastián Lozano, animador cultural del Ayuntamiento de Aranjuez, explicó a este periódico los motivos que habían llevado a la Corporación a invertir tres millones de pesetas en el espectáculo: "El Ayuntamiento llevaba tres años fraguando el proyecto. La idea es recuperar a nivel popular un elemento importante de la identidad histórica del pueblo. Todos estos años las fiestas de Aranjuez han sido, simplemente, vulgares, sin nada que llamara la atención en especial, cuando estamos hablando de una ciudad que ha sido escenario con frecuencia de acontecimientos trascendentales en la historia de España. Pensamos entonces qué evento podría ser admitido y reconocido como propio por los habitantes actuales del pueblo, y elegimos el motín de 1808, porque fue la primera vez que el pueblo llano de Aranjuez intentó influir directamente en una situación histórica crucial".
"Este año", continuó Lozano, sólo participan en la representación setenta u ochenta personas, pero nuestra intención es que en años sucesivos, si esta vez nos sale bien, sean miles de vecinos los que se hagan sus propios trajes y participen en la representación".
En apenas un mes y medio de tiempo, y con la ayuda de cuatro profesionales de la Compañía de Espectáculos Ibéricos, el Ayuntamiento se puso en contacto con los grupos de teatro aficionados del pueblo, en particular, y con todo el vecindario en general, para que interviniera todo el que quisiera. Hubo que elaborar el guión, a partir de textos de la época y utilizando abundante bibliografía, la escenografia, iluminación, los vestuarios se sacaron de estampas goyescas y cuadros; se ensayó repetidamente una obra de dos horas, de duración, etcétera. Y la verdad, afirmó uno de los dos únicos actores profesionales que intervienen, es que la gente ha trabajado muy bien y con muchas ganas.
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