Picasso y Lope

Las películas y series televisivas inglesas son, en general, muy superiores a las yanquis, y no comprendo por qué nos hemos de tragar tanto engendro americano, salvo que existan motivos de comercio internacional: que aceptemos películas americanas a cambio de que allá adquieran nuestros zapatos. De todos modos, los norteamericanos debieran dedicarse a mis¡les y cohetes, en lo que son maestros, y dejarse de cuestiones artísticas, donde suelen hacer un papel no muy lucido.Aprovecho esta carta para expresar también mi satisfacción, porque el frenesí del Guernica parece que empieza a curarse. Allá cada cual con sus criterios, pero al menos, el tal Guernica debiera haber sido instalado lejos del Prado, en algún museo de cosas raras. Picasso sólo es uriprodigio en valentía, porque se requiere atrevimiento para hacer sus Meninas. ¿Que hay quienes darían muchos millones por esas obras? Pues que los den.

El Greco dijo a Pacheco que Miguel Angel no sabía pintar y, en efecto, el coloso en escultura estaba verde en colorido. ¿Qué húbiera dicho el cretense de Picasso? Debemos, no obstante, reconocer que en el Guernica hay nobleza; su autor tira por la calle de en medio y prescinde del color, de modo que aquello no es una pintura , sino un dibujo, llamémoslo así piadosamente.

El mundo avanza mucho; hemos llegado a la antimateria y al antiarte. Antiarte que no se limita a los cuadros. Yo he visto a una familia entera (abuelo, padres y niños) muerta de risa ante un montón de chatarra que había en, el centro de un parque y que por lo visto era una obra escultórica.

Lo de Picasso guarda cierto paralelismo con Lope de Vega, el cual, escribiendo necedades (según confesión propia), ha conseguido ser un ídolo de profesores y de hispanistas.

Mi felicitación a EL PAÍS por lo liberal que es publicando todo tipo de opiniones, incluso las más insólitas, como tal vez sean las que he expuesto aquí./